Mañana jueves se cumplirán quince días desde que Mohammad, de 17 años – a pocas semanas de cumplir la mayoría de edad- y residente en el Gallo con su familia, desapareció de la nada, sin documentación, y sin dejar rastro. Cuando su madre dio la voz de alarma unas 48 horas más tarde, las fuerzas de seguridad desplegaron el dispositivo para hallar al joven y, tras ellos, gran parte de la ciudadanía de Ceuta, que se ha afanado en dar con alguna pista.
Dos semanas en las que también se han disparado los rumores. Verdad o bulo, ninguno de ellos se ha confirmado hasta ahora. El primero que saltó, apenas unos días después de su desaparición, lo situaba al otro lado del Estrecho. Ahora, se dispara como la pólvora entre los corrillos ciudadanos, otro que apunta a un paradero más cercano. Está en Ceuta, como siempre ha dicho incasablemente su madre, y concretamente en Villajovita.
Desprende la rumorología que estaría escondido en una casa de la barriada. ¿Acogido por quién? Ni se sabe. Aunque eso sí, verdad o no, cae la puntilla de que el joven se marchó de casa, al parecer, por unas relaciones familiares no del todo buenas. Nada fuera de lo común en la etapa adolescente.
Cierto o no, se suma a esa lista de informaciones contradictorias que maneja Protección Civil, tal y como manifestaba hace unos días su director. Según Víctor Ríos están proliferando las historias falsas que confrontan los datos.
Desde que se incorporasen al dispositivo de búsqueda el pasado viernes, Protección Civil ha intensificado las acciones. Este martes se reunieron con asociaciones senderistas de la ciudad para pedir su participación, y trabajan en una nueva batida para el próximo domingo con intención de extenderla a diferentes puntos de la ciudad.
