Llega el verano y con él las ganas de lucir un buen cuerpo. Empezamos a comer mejor, a practicar más deporte, en definitiva, a cuidarnos más que el resto del año. Es en esta época, también, en la que muchas personas empiezan a hacer locuras y a jugar con la alimentación ya que el único objetivo que persiguen es perder el mayor peso en el menor tiempo posible. Por lo general, los ceutíes comen bien antes del verano y después de la Navidad, asegura la dietista Cristina Sánchez. Las dietas perfectas no existen, lo que sí recomienda es llevar a cabo una alimentación sana, lo más variable posible. "La dieta buena es la Mediterránea, la que utilizaban nuestras madres y nuestras abuelas, ahora abusamos de lo precocinado y de la bollería", apunta Cristina Sánchez. La culpa de esta mala alimentación la dietista la atribuye a la incorporación de la mujer al trabajo, a los medios de comunicación y al sedentarismo.
"Todo se puede conseguir con una alimentación adecuada. Lo ideal es llevar a cabo hábitos de vida saludables y mantenerlos en el tiempo. Una dieta debe incluir todo tipo de alimentos, lo importante es saber en qué dosis tomarlos y en qué momentos del día", apunta la experta en nutrición. Es por esto que recomienda una alimentación variada basada en cinco comidas al día, aumentar el consumo de verduras, ingerir más pescado que carne, beber mucha agua y practicar deporte. Quien quiera comenzar una dieta debe tener claro que la paciencia juega un papel muy importante. No es recomendable perder muchos kilos en poco tiempo, es necesario ir poco a poco para que luego ese peso perdido no aparezca de nuevo.
Dietas milagro
Cristina Sánchez está totalmente en contra de las dietas milagro, asegura que no sirven para nada, que no son efectivas. "Las más usadas hoy en día son las dietas basadas sólo en frutas, las de batidos y los suplementos". Una buena dieta es aquella que incluye todo tipo de alimentos. Un desayuno debe aportar algo de fruta, lácteos y pan. A media mañana, una pieza de fruta, un yogur o un puñado de frutos secos. Para comer, variar entre pescado y carne sin olvidar las legumbres, el arroz y la pasta. Para merendar, de nuevo fruta o yogur y las cenas siempre muy ligeras.
El verano está a la vuelta de la esquina así que ya sabes, a cuidarse.
