La Delegación del Gobierno ha acogido este viernes un sencillo pero emotivo acto en el que se ha recordado el trabajo del fallecido capitán marítimo, Jesús Fernández Lera.
El director general de la Marina Mercante, Benito Núñez, ha entregado a la viuda de Fernández Lera la Cruz de Oficial de la Orden del Mérito Civil por la labor realizada, su dedicación y buen hacer.
La hija del capitán marítimo ha sido la primera en tomar la palabra para agradecer este reconocimiento. "Era un tío estupendo", ha señalado Paloma Fernández muy emocionada.
Con la voz quebrada, Paloma ha expresado lo mucho que lo echa de menos y lo que significaba su padre. "Era nuestra brújula, nuestro faro, el que dirigía nuestro barco". Paloma ha acabado su intervención con un "te echamos de menos".
A continuación, el director general de la Marina Mercante, también muy emocionado, ha transmitido el aprecio y cariño que mucha gente le tenía al capitán marítimo y se ha mostrado agradecido por participar en este acto que sirve para recordar a Jesús y reconocer sus méritos.
La delegada del Gobierno ha sido la encargada de cerrar el acto. Salvadora Mateos con lágrimas en los ojos ha recordado lo buen trabajador y la maravillosa persona que era Jesús, "hacía fácil lo difícil". Ha destacado la alegría que desprendía y cómo amaba todo lo que hacía. "Quererlo fue muy fácil, olvidarlo es muy difícil".
Al acto han asistido también familiares, compañeros y amigos de la Capitanía Marítima de Ceuta, que le recuerdan con cariño y admiración.
Fernández Lera, un amante de su trabajo
Fernández Lera falleció el 14 de diciembre de 2020 a los 67 años, tras una enfermedad que le obligó a permanecer de baja médica durante varios meses. En ese momento, se encontraba en plena actividad laboral, ejerciendo sus funciones como funcionario del Cuerpo Especial Facultativo de la Marina Civil, en el puesto de capitán marítimo de Ceuta, que ocupaba desde su nombramiento el 28 de mayo de 2002.
Fernández Lera, que se granjeó el aprecio y el respeto en el seno de la Dirección General de la Marina Mercante y en la sociedad ceutí por su profesionalidad y empatía, se dedicó a servir a la Administración durante 36 años. Ingresó en la Administración como personal laboral en 1985, en el Centro Nacional de Coordinación de Salvamento, ocupando un puesto en la Torre de control de Tráfico marítimo de Tarifa. Después, en 1992, fue nombrado funcionario de la Escala de Técnicos Facultativos Superiores de Organismos Autónomos del Ministerio de Fomento y destinado como inspector radio-marítimo y jefe del Servicio de Gestión y Organización en la Capitanía Marítima de Santa Cruz de Tenerife. En 2003, ya siendo capitán marítimo de la Capitanía Marítima de Ceuta, ingresó en el Cuerpo Especial Facultativo de Marina Civil.
A lo largo de su prolongada carrera como funcionario, el apreciado capitán marítimo de Ceuta destacó por su cercanía, su especial constancia y honestidad en el trabajo y su actitud de colaboración permanente, lo que le otorgó la estima, el respeto y la admiración de compañeros y responsables de la administración marítima española y de la sociedad ceutí.
