Las familias españolas se encuentran ya inmersas de pleno en los últimos preparativos para la cena de Nochebuena, la más especial del año sin ninguna duda. En esta ocasión, la celebración navideña se convertirá en la más cara de la historia reciente debido a la alta inflación que soportan los alimentos.
Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), el Índice de Precios de Consumo (IPC) de los productos de alimentación en la actualidad se ha situado en la actualidad una tasa interanual del 15,3%.
Esta situación afecta directamente a los productos más típicos que se consumen en la cena de Nochebuena, como el redondo de ternera, el jamón ibérico, el queso, el marisco, el pescado o los turrones y polvorones.
La carne de ave (pularda, capón, pavo...), por ejemplo, ha subido de media en el último año un 16,6%; la de porcino (jamón ibérico, lomo...) y la de vacuno (solomillo, entrecot...) lo han hecho un 13,2% y la de ovino (cordero) un 5,1%. El alza del marisco (langostinos, gambones, cigalas...) ha crecido hasta un 12,5%, mientras que el pescado (besugo, bacalao, merluza...) se ha situado en el 10,9%.
El pan, por su parte, indispensable en cualquier mesa, cuesta un 14,9% más que hace un año y los productos lácteos (queso) un 21,7%. Las guarniciones también han subido bastante: si queremos poner patatas cuestan un 21,5% más; frente al ascenso del 14,6% de las hortalizas. En lo que respecta a las bebidas, por los refrescos habrá que pagar un 11,3% más; mientras que si queremos tomar vino o cerveza nos saldrá un 9,2% más caro.
El turrón, los mantecados y los polvorones, postres estrella de estas fiestas, han experimentado igualmente una importante subida en esta campaña navideña. Ingredientes básicos para su elaboración ha sufrido notables incrementos: el azúcar se ha encarecido un 50,2%, los huevos un 27,2% y los frutos secos un 6,9%, según las cifras publicadas por el INE. A esto habría que añadir el alza de los costes energéticos, el transporte, el cartón y los envases.
