La llegada del otoño entraña una amenaza para los viandantes que se aventuran a transitar por el centro de la ciudad. La temporada de lluvias ha llegado y, con ella, se incrementa el riesgo de sufrir una caída a consecuencia de un resbalón ocasionado por las losetas de mármol que tapizan calles tan transitadas como Camoens o el Paseo del Revellín.
La Ciudad ya acumula varias demandas interpuestas por viandantes que han sido víctimas de las propiedades deslizantes que adquieren estas losetas cuando cae agua sobre ellas. El riesgo que entraña la pavimentación elegida en su día para estas calles se ha convertido desde hace tiempo en un motivo de alerta para los transeúntes avisados.
En diciembre del pasado año, el equipo de gobierno municipal anunció, tras la evidencia de las muchas quejas ciudadanas, la adopción de medidas inmediatas. El por entonces portavoz del Gobierno, Emilio Carreira, aseguró que una vez concluidas las fiestas navideñas de 2014 se acometería la retirada de las piezas de mármol verde y amarillo motivo de la controversia. Carreira llegó a precisar que las obras comenzarían por la calle Camoens y el Paseo del Revellín, dos de las vías que suman un mayor número de accidentes. La renovación del pavimento consistiría en sustituir las losetas por otras confeccionadas en granito, de mayor rugosidad y menos deslizantes.
La Ciudad ya ha debido afrontar varios fallos condenatorios a consecuencia de las acciones legales interpuestas por trabnseúntes que sufrieron lesiones a consecuencia de una caída. En noviembre de 2004, por ejemplo, un juez de lo Contencioso Administrativo condenó a la Ciudad al pago de una indemnización de más de 20.000 euros a una mujer que resbaló en el Paseo del Revellín. Las lesiones que se produjo la obligaron a permanecer ingresada durante un mes en el hospital.
