Incumplimientos de la Ley de Memoria Histórica y otros rastros de la dictadura

¿Qué queda del franquismo en Ceuta?

La exhumación del cadáver del dictador de su tumba en el Valle de los Caídos ha puesto en evidencia los vestigios de un posfranquismo sociológico aún vigente en España.

Escudo de Franco O'Donnell
photo_camera Escudo nacional durante el régimen de Franco, removido en 2017 de las fachadas de las viviendas de la barriada O'Donnell (C.A./ARCHIVO)

A las diez y media de la mañana comenzaban los trabajos de exhumación del cadáver de Francisco Franco de su tumba en el complejo monumental del Valle de los Caídos. En aplicación de la Ley de Memoria Histórica, el féretro del dictador ocupará desde hoy un espacio en el panteón familiar de los Franco en el cementerio de Mingorrubio.

Transcurridos 44 años desde el entierro con honores de Estado del general que durante casi cuatro décadas mantuvo a España fuera del club de las democracias occidentales, ¿qué queda de Franco en Ceuta?

La Ley de Memoria Histórica de 2007 se ha ejecutado tibiamente en la ciudad. En la última década fueron retirados hitos de exaltación del franquismo y del golpe de estado de 1936 como el Monumento al Convoy de la Victoria, la Cruz que se levantaba junto a la Catedral o el mástil del Cañonero Dato afincado en San Antonio.

En 2016, la formación política Ciudadanos detallaba en un informe una relación de 45 calles cuyas denominaciones incumplían las estipulaciones de la Ley de Memoria Histórica, entre las que citaba las dedicadas a María Salud Tejero, falangista y locutora de radio, Queipo de Llano o Millán Astray.

La figura del general fundador de la Legión es, quizás, una de las vinculadas al golpe del 36 y al franquismo temprano que más controversia genera. El prestigio de la Legión en la ciudad, cimentado en la opinión de una parte no desdeñable de la población, cuestiona cualquier censura que pueda plantearse a uno de los más fieles camaradas del dictador. Los más nostálgicos apelan para su defensa a la dignidad de la Legión, sin hacer distingos entre la fuerza de intervención colonial que se sumó al levantamiento y la moderna unidad militar que es hoy.

 

Vestigios

Los vestigios del franquismo todavía pueden rastrearse en la lápida en memoria de los Caídos en la plaza de San Daniel o en la placa conmemorativa de la inauguración de la mezquita Muley el Mehdi, donde figura la leyenda: “…y cuando florezcan los rosales de la paz, nosotros os entregaremos sus mejores flores: Franco, 3 de abril de 1937”

Uno de los casos más singulares de aplicación de la Ley de Memoria Histórica, en este caso involuntaria, se registró en la barriada O’Donnell en el verano de 2017. Las obras de rehabilitación de la barriada lograron lo que no había conseguido la oposición municipal: la erradicación de símbolos de glorificación del pasado franquista. El agua a presión empleada para socavar el viejo enfoscado de las paredes se llevó consigo los antiguos azulejos sobre los que se dibujaban los nombres de los militares golpistas y la heráldica de la dictadura.

La procesión de la Virgen de África anima cada año una vieja polémica a propósito del manto que luce la imagen, donde resulta nítidamente visible el escudo del águila de San Juan y la leyenda “una, grande y libre”. La pieza llegó a manos de la Cofradía a mediados de los 50 como un regalo de las circunscripciones del Protectorado de Marruecos. “No es el escudo de Franco sino el escudo que estaba vigente en aquellos años en España”, insisten los responsables de la entidad religiosa cuando son preguntados.

Otro indicio que revela la pervivencia de un posfranquismo sociológico en buena parte de la población ceutí lo ofrecen los resultados de las últimas citas electorales. Vox, una formación que se niega a condenar el franquismo y que reclama la derogación de la Ley de la Memoria Histórica (“un atentado contra la libertad política, de pensamiento y de cátedra”, según los dirigentes del partido de Abascal) obtuvo en las pasadas elecciones general del 26 de mayo más de 9.000 sufragios, convirtiéndose así en la segunda fuerza política más votada.

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