TURISMO PARA TODOS

Ser una ciudad accesible consiste en conseguir que el turista con discapacidad sea autónomo

Esta semana la ciudad ha sido protagonista de un curso sobre turismo accesible y atención a clientes con discapacidad, organizado por PREDIF. Isidro Martín, técnico de accesibilidad de esta organización, asegura que “Ceuta está preparada para recibir la visita de turistas con alguna discapacidad”.

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photo_camera Las escaleras de acceso al Poblado Marinero son un punto negro de accesibilidad / ANTONIO SEMPERE

Hace 6 años, PREDIF visitó por primera vez la ciudad “de forma experimental” para ver las posibilidades de este tipo de turismo. Y el diagnóstico fue mejor del esperado aunque aún queda por hacer. “La mayoría de los alojamientos reúne unas mínimas condiciones de accesibilidad, así el Parador cuenta con una habitación adaptada, el Tryp con cinco y el hotel Ulises aunque reúne las características de accesibilidad, hay excepciones como el ascensor que se queda algo pequeño”.

En cuanto al turismo puro y duro por el casco histórico, las playas o las principales avenidas, según PREDIF, “hay buenos rebajes, aceras anchas y buenos accesos para discapacitados físicos en monumentos como la Basílica Tardorromana, los miradores o el Poblado Marinero” pero no así para personas con discapacidad auditiva y visual. “No hay indicaciones para personas con problemas auditivos, ni carteles direccionales que ayuden a quienes tienen discapacidad auditiva a guiarse y situarse por la ciudad”.

Para hacer mucho más fácil la llegada de este tipo de turismo se va a editar una Guía de Turismo para conocer la accesibilidad de cada establecimiento para cada capacidad. “No se trata de valorar si el establecimiento está adaptado sino que, de una forma descriptiva, se evalúan aspectos como los ascensores, la altura de los botones, la señalización para personas sordas o ciegas. De esta manera, el cliente valora si ese lugar reúne las condiciones necesarias de acuerdo a sus capacidades”, añade Martín.

 

Conocer sus necesidades

Y si es importante que el cliente con discapacidad conozca las posibilidades que le ofrece Ceuta, tanto o más es la atención que recibe. Y “es que el desconocimiento de la capacidad de una persona con una deficiencia provoca un malestar en el cliente”, por eso, en el curso se ha dado a conocer a los empleados las capacidades que tiene una personas ciega, quien se mueve en silla de ruedas o no quien escucha. “Así sabe de lo que tiene que estar pendiente y de las necesidades que pueden surgir en el cliente”, explica Martín.

En su visita a la ciudad, PREDIF ha encontrado algunos puntos negros en cuanto a accesibilidad en edificios de nueva construcción como, por ejemplo, el Teatro Auditorio del Revellín, “que siendo un edificio nuevo no cuenta con información para personas con una discapacidad auditiva. No hay ni un solo cartel indicativo de dónde están los baños, la salida o los palcos”.

El objetivo de cursos como el impartido esta semana que conseguir que el turista con discapacidad sea totalmente autónomo en una ciudad que aspira a ser para todos.