Desde las ocho de la mañana de este miércoles, se pondrá en marcha un ejercicio de simulacro multirriesgo en Ceuta, que se realiza cada dos años con la participación de efectivos de la UME, de la Ciudad y de la Administración General del Estado. El objetivo es preparar y coordinar a todos los organismos implicados para responder ante una posible emergencia en varios escenarios.
Durante el simulacro, se escucharán sirenas por diferentes zonas de Ceuta y algunos dispositivos móviles recibirán una alerta iniciada por el Teléfono de Emergencias 112. Dicho aviso consistirá en una locución de voz para informar a los residentes de las barriadas de Postigo y Loma Larga. El capitán Ángel Saldaña, de la UME, recomienda a la ciudadanía que «estén tranquilos, que simplemente es una instrucción propia de las fuerzas y cuerpos de emergencia tanto de la Ciudad como de los miembros de la UME».
El ejercicio se basa en un posible seísmo que afecte a la ciudad y que provoque diversas situaciones de riesgo, como un accidente en el helipuerto, una rotura de una presa, un rescate marítimo o vertical, o una evacuación masiva. Se trata de «manejar todos los escenarios posibles», según el capitán Saldaña.
El director general de Gobernación, Alfonso Conejo, señala que el simulacro estaba programado con meses de antelación, pero que cobra mayor interés después de lo ocurrido en el país vecino. «Es una coincidencia», indica. Conejo apunta que el ejercicio prevé multitud de escenarios de riesgos y que se estudiarán los tiempos de respuesta ante estas situaciones. «Se trata de organizar y coordinar todos esos elementos para que, si se produjera un evento de esas características, pudiéramos actuar con la mayor celeridad y con la mayor eficacia», incide.
Este simulacro está catalogado como nivel 2, en el que es la Ciudad Autónoma quien estaría al mando de la organización de los distintos organismos que intervienen, pero también implica a la Administración General del Estado y especialmente a la Unidad Militar de Emergencia. La UME aporta no sólo ayuda, sino también «un flujo de información, de comunicación, de aprendizaje», un elemento enriquecedor para unos y para otros.
Pero siempre hay que tener en cuenta que la respuesta rápida e inmediata la dan los efectivos propios de Ceuta, como se pudo comprobar en el incendio de hace un año en «García Aldave». Con este tipo de ejercicios es donde se pone en práctica todo lo que se pueden enfrentar los equipos de emergencias de Ceuta, sin contar con la participación de la UME, que necesita un tiempo de preparación, al margen del traslado, para llegar a Ceuta. «El tiempo de activación de los servicios es una de las cosas que se van a tener en cuenta después del ejercicio» y evaluar todos los tiempos de respuesta, toda la capacidad y la eficacia que se ha tenido en un escenario multirriesgo.
