Si todavía no han tenido la oportunidad de adaptar sus instalaciones de televisión a la nueva normativa impuesta por la Unión Europea, hoy es el último día de la prórroga para el apagón definitivo de las frecuencias altas donde residían los servicios de televisión actuales y que tiene que dejar cabida a los operadores de telefonía móvil e internet (dividendo digital).
La norma debía haber entrado en vigor el pasado 1 de enero pero debido a las quejas de las asociaciones vecinales fundamentalmente, se retrasó tres meses, porque el sector no ha tenido la previsión de tener preparados los equipos a tiempo y la demanda de suministro y técnicos se ha disparado en los últimos meses, aparte de la falta de acierto del Ministerio de Industria al asignar las frecuencias de cada provincia que se ha hecho muy a la ligera, cosa que los fabricantes y distribuidores del material han tenido poco tiempo para poder atender tanta demanda.
En nuestra ciudad, la mayoría de comunidades que han realizado los cambios, se han acogido a la subvención que el ministerio ha dado para asumir parte del coste de estas instalaciones.