CONCENTRACIÓN

Los vecinos de Sidi Embarek reclaman las “prometidas” reformas hace nueve años en el polideportivo

Denuncian que desde hace semanas se han producido diferentes accidentes entre los jóvenes del barrio por el “lamentable” estado que presentan las instalaciones.

Los vecinos de Sidi Embarek no pueden más y se han plantado este sábado, precisamente, en uno de los enclaves que mejor define el estado de su barrio. El polideportivo, si así se le puede llamar. Arropados por vecinos de zonas colindantes, le han lanzado un mensaje al Gobierno: Sidi Embarek existe, y no pueden mirar hacia otro lado.

Un hecho que, denuncian, se repite desde hace años pese a las numerosas llamadas de atención de unos vecinos que observan la degradación constante de su vecindario. El polideportivo ha sido la gota. Abandonado a su suerte, carece de porterías, puertas o focos de luz. Se encuentra flanqueado por una pared que “se cae a trozos”, mientras que el pavimento sufre el deterioro del tiempo y está ocasionando diversos accidentes entre los jóvenes invierten allí su tiempo.

“El motivo de la concentración han sido las constantes quejas que estamos recibiendo después de que muchos niños se estén hiriendo por jugar aquí”, ha explicado el presidente del barrio, Abdellah Mustafa, quien ha recordado que la denuncia no es nueva. “Desde el año 2013 le estamos reclamando al Gobierno mejoras. Podemos mostrar los diferentes escritos que durante este tiempo les hemos remitido, mientras se limitan a argumentar que hay un proyecto, prometido, para ello”, ha manifestado.

Un proyecto que todavía no ha visto la luz, pero sus vecinos no se dan por vecinos, lamentan que se puede hacer más y señalan a la falta de voluntad. “Esto es una llamada a las instituciones porque sabemos que existen recursos”.

Las demandas de Sidi Embarek sobrepasan los muros del polideportivo para extenderse al barrio en su totalidad. “Estamos abandonados a la suerte, sin badenes, ni pasos de peatones, luminarias rotas…”, se ha quejado Mustafa.

El presidente ha deplorado que ese estado general del barrio influye en el desarrollo de sus jóvenes. “El entorno importa e influye en las personas, y el nuestro está totalmente degradado. ¿Qué futuro les espera los jóvenes de esta barriada? ¿Cómo pueden desarrollarse con un ambiente así?”. Cuestiones que les lanzaba a las instituciones locales. “Si un joven no tiene un lugar para jugar, dónde va a invertir su tiempo libre”.

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