Ser soldado ya no es un trabajo atractivo. Atrás quedaron aquellos años en los que miles de personas se preparaban para entrar en el Ejército con ilusión. Un trabajo que aseguraba tu futuro, bien remunerado y hasta el día de tu jubilación.
La Asociación de Tropa y Marinería Española (ATME) asegura que miles de militares (que entraron a las Fuerzas Armadas por oposición) han abandonado voluntariamente el Ejército en los últimos años porque ya no les resulta una ocupación laboral “atractiva”.
Desde el año 2019, un total de 6.120 militares han pedido su baja voluntaria en la escala de Tropa y Marinería, según datos facilitados por el Ministerio de Defensa a Infobae España: 1.684 en el año 2019; 944 en 2020; 1.826 en 2021; 1.232 en 2022 y 343 en lo que llevamos de 2023.
Esta misma Asociación denuncia que aunque el Gobierno sigue aumentando el presupuesto en materia de defensa (el Consejo de Ministros aprobó haces unas semanas casi 4.000 millones en nuevos programas de armamento), “no cuida a los militares de sus escalas inferiores, descuidando sus retribuciones y congelando por ejemplo las dietas que reciben desde el año 2005″.
Dos son las causas principales de este desencanto: los “salarios de vergüenza" y la obligatoriedad de dejar las Fuerzas Armadas a los 45 años.
Este año, el salario base de un soldado es de 696,13 euros, mientras que un soldado o marinero en sus seis primeros años de servicio percibe de media un salario neto mensual de 1.131 euros, y un cabo temporal con 21 años de servicio cobra 1.294 euros. Sabemos que en Ceuta estos sueldos son algo más elevados por su situación y complementos.
Otro problema, aparte de las bajas retribuciones, es el horizonte profesional de un soldado. Solo puede estar en el Ejército hasta los 45 años. Y regresan a la vida civil como entraron: sin nada.
Ahora que en julio se celebran elecciones generales, el presidente de ATME, Marco Antonio Gómez, pide al Gobierno y al resto de partidos políticos con posibilidades de gobernar que se acuerden de sus militares, “los servidores públicos peor retribuidos con diferencia”.
También piden una ley integral de la carrera militar. “Lo que necesitan todos los militares es tener un título equivalente para usar en la vida civil”, señala Marco Gómez.
