"Yo creía que el asunto estaba resuelto". Esta ha sido la respuesta ofrecida por el presidente de la ciudad, Juan Vivas, en relación al conflicto laboral que desde hace meses protagonizan los trabajadores de Trace con la empresa concesionario del servicio de limpieza viaria. Ayer Vivas confirmaba que la empresa había comenzado a recibir los importes correspondientes a la ampliación del contrato en 1,4 millones de euros de la concesión, aunque matizaba que el Gobierno vigilará que Trace cumpla con los trabajos a los que se ha comprometido. El Comité de Empresa no tardó en salir a la palestra para preguntarse quién está engañando al presidente "porque los 50 trabajadores que ya deberían estar a jornada completa siguen trabajando sólo los fines de semana".
Hoy se ha dado una nueva vuelta de tuerca. Y ante las dudas sobre cuál es la situación real en Trace, el presidente ha anunciado que llamará hoy mismo a la concesionaria. "La empresa me dijo que había un acuerdo con los trabajadores a falta de algunos flecos pero no imaginaba que fuesen tantos. A todos nos interesa que haya paz entre las partes porque esto, sin duda, va a beneficiar el servicio prestado". Al parecer esos flecos podrían estar en el convenio colectivo que no refleja la nueva jornada de los trabajadores del fin de semana. Vivas ha dejado la puerta abierta a una posible reunión a tres bandas con trabajadores y empresa.
Vivas ha querido aclarar que la empresa no puede facturar al Gobierno nada que no sea maquinaria o trabajadores y que todavía no se ha pagado nada, aunque ayer la versión fue otra. El consejero de Hacienda, Emilio Carreira, ha asegurado que "no se va a pagar ninguna certificación que no tenga el servicio efectivamente prestado".
