Dos espacios del litoral ceutí han sido señalados por Ecologistas en Acción con dos banderas negras, el símbolo con el que los conservacionistas alertan del mal estado ambiental de la costa española. Los conservacionistas han repartido este año 48 banderas negras por todo el país: 17 por urbanización de la costa, 12 por vertidos, deficiencias en los sistemas de saneamiento y graves problemas de depuración, 6 por contaminación química, lumínica y acústica, 6 por afecciones a la biodiversidad, 3 por acumulación de basuras marinas, 2 por dragados y ampliaciones portuarias sin justificación, entre otras.
Las banderas negras asignadas a Ceuta alertan del estado del espacio considerado Lugar de Interés Comunitario (LIC) del Monte Hacho, cuya mala gestión se denuncia, y del tramo litoral situado frente a la desaladora y su bahía norte, señalado por la contaminación que lo aqueja.
El LIC del Monte Hacho
La primera de las dos banderas negras que ondearán simbólicamente en Ceuta se afincará en la zona LIC del Monte Hacho. El reproche de los conservacionistas va dirigido a las administraciones, a las que acusa de «abandono institucional» de este tramo de litoral. Según Ecologistas en Acción, la falta de gestión ambiental y vigilancia ha dejado sentir sus efectos sobre la conservación de los hábitats y de su fauna y flora. «Las actividades extractivas de recursos sin control dañan a las poblaciones de especies con interés pesquero y marisquero –advierte el informe de la oenegé- Incluso la pista de tierra que recorre los acantilados, también protegidos, se encuentra abierta al tráfico de vehículos».
El LIC del Monte Hacho contiene, entre otras especies, las poblaciones más importantes de Europa y de todo el Mediterráneo explorado del raro coral relicto «Astroides calycularis». La zona se enriquece, además, con la notable presencia de poblaciones de cetáceos y de tortugas marinas, del bosque de gorgonias más diverso de todo el Mediterráneo, de especies catalogadas, en especial la lapa «Patella ferrugínea» y de otras muchas con elevado grado de rareza y singularidad.
Los ecologistas denuncian que, pese a la presencia de este valioso patrimonio natural, los preceptivos planes de ordenación que deberían preservar este espacio protegido siguen sin desarrollarse 20 años después. La consecuencia ha sido, según los autores del informe, el deterioro progresivo del espacio, golpeado por la contaminación por residuos sólidos y aguas fecales, la falta de control sobre las actividades de ocio en verano y la enorme presión pesquera que soporta la zona a manos de pescadores deportivos y furtivos. A estos ataques, los conservacionistas suman los perpetrados por las flotas artesanales –la ceutí y también la marroquí- a las que acusa de utilizar artes de pesca «poco selectivas».
Para acabar con esta situación de paulatino deterioro, los ecologistas proponen acometer la redacción de un plan de gestión de usos y actividades. «La redacción del mismo ya fue puesta de manifiesto y ratificada por la ciudadanía en la Agenda 21 local de Ceuta que fue aprobada por el pleno local de nuestra ciudad y por lo tanto, apoyada en el papel por todos los partidos políticos», recuerdan.
Litoral frente a la desaladora
La segunda de las banderas negras alerta de la situación del litoral que discurre frente a la desaladora y su bahía norte. Ecologistas en Acción ha diagnosticado el mal que afecta a este espacio natural: las frecuentes descargas de salmuera sin control ambiental. La oenegé advierte del «continuado y descarado» incumplimiento de la legislación vigente en materia de control de vertidos al medio marino. «Continuamos observando con estupor como las leyes ambientales no se cumplen en nuestra ciudad convirtiéndonos a todos en ciudadanos de segunda categoría con respecto al resto del estado español», se lamentan los conservacionistas.
Los autores del informe sobre banderas negras en España califican de «caso de notable gravedad» el de esta zona litoral, que registra concentraciones anormales del alga invasora «R. okamurae». Una situación que se registra en una zona, donde existen hábitats bentónicos de gran valor paisajístico y ecológico, propuesta para su incorporación a la Red Natura 2000.
Los conservacionistas proponen minimizar las salidas de salmuera al litoral y controlar su impacto en las comunidades marinas del entorno.
