El pasado sábado 19 noviembre, componentes de la Guardia Civil de Ceuta, que prestan servicio de control de los vehículos que desembarcan en los Ferry procedentes de Algeciras, procedieron a la incautación de un total de 375 blíster de la sustancia denominada clonazepam (Rivotril) de 2 mg, conteniendo un total de 5.625 comprimidos y otros 7 botes con 1.348 pastillas de alprazolam (Trankimazin) de 2mg que 'viajaban' en el interior de un vehículo.
La presunta autora de un delito contra la salud pública acabó detenida y puesta a disposición del Juzgado de Instrucción de Guardia, quedando la sustancia intervenida depositada en el Área de Sanidad de la Delegación del Gobierno y el vehículo a disposición de dicha autoridad judicial.
Ésta y otras incautaciones similares han despertado el interés de los medios nacionales por el tráfico ilegal de Rivotril entre la península y Ceuta y en la noche de ayer, el programa de la Sexta 'Equipo de Investigación' emitió 'tráfico de ansiolíticos' con Ceuta como uno de los lugares de grabación.
Raúl Oscar Herrero, capitán de Fronteras de la Guardia Civil, apuntó en el programa de la sexta 'Equipo de investigación' que las sustancias que se incautan desde la península son “cocaína y medicamentos, rivotril y trankimazin” con destino a Marruecos para la fabricación del karkubi, “la llamada droga de los pobres”.
En las últimas aprensiones, como la del pasado 19 de noviembre, los 'pasadores' detenidos en Ceuta entraron en prisión, por un delito contra la salud pública, dado el volumen de sustancias incautadas.
En el último año, en el control del puerto de Ceuta se han incautado alrededor de 70.000 pastillas que los 'pasadores' pretendían introducir en Ceuta, con destino Marruecos donde las pastillas de Rivotril puede alcanzar hasta los cinco euros la unidad, mientras que el Ceuta, en la calle, su precio es de un euro. Para lograr el objetivo de introducir las benzodiacepinas en Ceuta desde la península, los narcos utilizan los recovecos más insospechados de los vehículos, desde dentro del motor, en el interior de las puertas o los asientos, hasta en el depósito de gasolina.
Si las benzodiacepinas logran sortear los controles de la Guardia Civil en el puerto, el siguiente punto de control se sitúa en la frontera del Tarajal.
El programa de la Sexta contactó con un extraficante que señaló que Marruecos es el principal comprador de Rivotril y 'descubrió' que los drones se han convertido en el mejor elemento para el tráfico de sustancias controladas, no solo medicamentos, también drogas y armas.
Una vez que los ansiolíticos cruzan el perímetro fronterizo, una caja de Rivotril, que en una farmacia cuesta dos euros con receta médica, en Casablanca su precio se dispara hasta los 300.
