La Comisión Islámica de Melilla (CIM) se ha rebelado contra una referencia que relaciona islam con criminalidad contenida en un atestado policial correspondiente a la operación Santiago-Rusadir. Esta investigación imputa a cuatro dirigentes de Coalición por Melilla (CPM) y exmiembros del Gobierno de la Ciudad la presunta adjudicación fraudulenta de 358 contratos, cuyo valor asciende a casi ocho millones de euros.
En un comunicado, la CIM califica de «discriminatorio y peligroso» el uso de un argumento que, como en este caso, vincula las creencias religiosas con una presunta inclinación al delito.
«Estamos profundamente preocupados por el tono sesgado y discriminatorio hacia nuestro colectivo, que implica la afirmación de que la cultura musulmana es un actor inquebrantable que asegura la comisión de delitos», sostiene la CIM en su nota.
La entidad insiste en que no puede aceptarse la idea de que la religión o la cultura de una persona determinen la propensión de una persona hacia la comisión de delitos.
La directiva de la Comisión advierte que la forja de estereotipos puede resultar dañina. «Tal generalización no solo es injusta, sino que también perpetúa estereotipos dañinos, estereotipos que no solo son injustos, sino que también son peligrosos, ya que perpetúan prejuicios y alimentan la discriminación», advierte la entidad.
La CIM asegura que el informe policial ha causado «perplejidad e indignación» en la comunidad musulmana de Melilla. Los representantes de los musulmanes melillenses han reclamado la apertura de una investigación: «Habría que investigar el fundamento de dichas afirmaciones y tomar medidas adecuadas para rectificar y pedir perdón a la ciudadanía de confesión musulmana en general».
La CIM ha asegurado que no tolerará comentarios que promuevan el odio o la discriminación.
