Otoño caliente en Cataluña

Interior duda de la respuesta de los Mossos si hay ataques contra el orden público

Los antidisturbios de la Policía Nacional y de la Guardia Civil al quite ante la posibilidad que grupos de CDR o de radicales incontrolados protagonicen cortes en la red viaria o intenten bloquear infraestructuras públicas. 

Hay recelos, desconfianza mutua y temores no verbalizados. Las relaciones entre los Mossos d´Esquadra y las fuerzas policiales que dependen del gobierno central ( CNP y GC) son malas, muy malas, desde todos los puntos de vista. También desde el punto de vista más estrictamente operativo.

A día de hoy, según fuentes de todos los cuerpos policiales implicados consultadas por este medio digital,  no se ha producido un “sincero y efectivo”, intercambio de información policial sobre cuales son los movimientos sociales o políticos que pueden desembocar en eventuales alteraciones de orden público. Las brigadas de información de los tres cuerpos saben e indagan sobre la posibilidad de que se puedan producir alborotos o sabotajes con motivo de la diada o del aniversario del 1-0,  pero cada uno lo hace por su cuenta, solapándose, probablemente compartiendo fuentes sin saberlo y coincidiendo y reconociéndose en escenarios  donde se fabrican las estrategia de quienes sopesan generar desordenes como forma reivindicativa o simplemente como una forma de pulso al Estado.

Dudas y recelos

El orden público y la seguridad ciudadana son, en Catalunya, competencias de los Mossos según la ley. Pero la ley vale lo que cuesta saltársela utilizando para ello un sello oficial como ocurrió hace un año, a las puertas del 1-0, cuando el malogrado fiscal jefe de Catalunya, José María Romero de Tejada, le adjudicó el mando del orden público cara al 1-0 a un coronel de la Guardia Civil para perplejidad y humillación del mayor de los Mossos, José Luis Trapero. Ya entonces hubo recelos y también ganas de arrodillar al uniformado del que se dudaba.

El recelo continúa. Los informes de la Guardia Civil remitidos la juez de instrucción número 13 de Barcelona que investiga la actuación de la policía autonómica antes durante y después del 1-0,  son un antecedente y la base en el que se apoyan aquellos que temen que, de nuevo, los Mossos no incorporen en su quehacer la pro actividad policial que se les reclama.

Más policía

Por ello, el ministerio que dirige un Fernando Grande-Marlaska, (antagónico en lo personal y lo político al ex ministro del PP, Juan Ignacio Zoido), ha decidido, como hiciera su antecesor, enviar unidades de refuerzo por si la situación  se descontrola o desborda. Este mal augurio no resulta un escenario imposible según el olfato de los analistas de las distintas brigadas de información, incluida la de los Mossos.

Los GRS de la Guardia Civil y la UIP del Cuerpo Nacional de Policía, redoblarán la seguridad en los edificios públicos estatales y estarán al quite para impedir posibles sabotajes (cortes de carreteras, autopistas, bloqueo de estaciones de ADIF, etc) o para subsanarlos si no alcanza a ello la policía autonómica. Fuentes de la Inteligencia del Estado, además, advierten que el 11 de septiembre, por ejemplo, es jornada festiva de macro concentraciones urbanas, un caldo de cultivo excelente para la actuación del terrorismos yihadista. Las tres policías recuerdan que seguimos en alerta 4. Por ello, y tal y como adelantó Estrella Digital, no sólo antidisturbios, sino también expertos en la lucha contra el terrorismo de la Guardia Civil y la Policía harán de Catalunya su base operativa en los próximos días, semanas y meses.