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Una joven italiana se suicida después de que su pareja difundiera un vídeo sexual

Las imágenes fueron publicadas por internet y se convirtieron en virales. Millones de personas las vieron y la joven no pudo soportarlo.

Beatriz Jiménez Fernández/ Estrella Digital

Tiziana Cantone, una joven italiana de 31 años, se ha suicidado ahorcándose con un fular en el sótano de su casa en Mugano (Nápoles). La chica sufría acoso desde hace más de un año en las redes sociales por un vídeo sexual que grabó en su día con en el que era su novio. Éste, una vez finalizada la relación, decidió difundirlo por Whatsapp, Facebook y Twitter entre otras plataformas públicas, posiblemente para vengarse por la ruptura.

El video se convirtió en muy poco tiempo en viral. Las imágenes iban acompañadas de una frase que toda Italia conocía, “¿Estás grabando un vídeo? ¡Bravo!”. Se llegaron incluso a vender camisetas con la frase que la joven decía en el 'clip'. Las imágenes fueron vistas por millones de personas y subidas a webs de cine porno sin que ella lo supiera.

Tiziana, pasó de ser una chica desconocida a un objeto mediático de burla. Los insultos eran constantes en su cuenta de Facebook, ahí fue cuando se enteró de la magnitud de la situación. Televisiones locales e incluso futbolistas de la primera división italiana hicieron parodias y burlas sobre su caso. Aportaron su granito de arena para hundir aún más la reputación de la joven napolitana, llevándola a vivir un verdadero infierno.

Humillada por la traición de su `ex´, Tiziana decidió alejarse de todo el escarnio público y se refugió en la Toscana. Allí inició los trámites legales oportunos para retirar el video del mundo 2.0, denunció a Google, Youtube, Yahoo y Facebook, entre otras páginas web. Se acogía al derecho al olvido. En 2015 su abogada consiguió retirar el vídeo de los buscadores. No obstante, seguía apareciendo en otros titulares y menciones públicas.

En el fallo del juicio, que terminó la semana pasada, se ordenó tanto la retirada de los videos como la de los comentarios. El juez también dictaminó que, ya que la chica consintió ser grabada, debería pagar las costas procesales, que ascendían a 20.000 euros, cantidad que debía abonar a cinco de las páginas web demandadas.