Cae una red dedicada al cultivo «indoor» de marihuana en fincas ocupadas

14 personas han sido detenidas y se ha logrado desmantelar cuatro plantaciones de marihuana destinadas al tráfico de estupefacientes a nivel internacional en una operación desarrollada en Guadalajara y Madrid.

Plantación de marihuana (ARCHIVO)
photo_camera Plantación de marihuana (ARCHIVO)

Agentes de la Policía Nacional han desarticulado en las provincias de Guadalajara y Madrid una organización criminal que ocupaba fincas para la plantación de marihuana. En total se ha detenido a 14 personas y se ha logrado desmantelar cuatro plantaciones de marihuana destinadas al tráfico de estupefacientes a nivel internacional en las que se han intervenido 3.000 plantas, ocho kilogramos de cogollos y 500 gramos de cocaína. La Policía ha procedido a la entrada y registro de seis domicilios.

Los detenidos han sido acusados de pertenencia a organización criminal, delito contra la salud pública y defraudación de fluido eléctrico.

Durante el dispositivo se contó con el apoyo del GEO y la UIP debido a la peligrosidad y los antecedentes de los investigados, así como a la extensión de las fincas. La colaboración ciudadana ha sido de gran importancia para la localización de dichas plantaciones.

La investigación comenzó a principios del mes de septiembre, cuando se consiguió detectar que esta organización controlaba diversas fincas agrícolas, muchas de ellas ocupadas, que se encontraban apartadas de núcleos urbanos de pequeñas poblaciones del norte de Madrid y Guadalajara, lo que dificultaba en gran medida el trabajo policial.

En las propiedades utilizadas por la organización, utilizaban enganches ilegales a la red eléctrica, con un alto consumo, siendo necesario manipulaciones ilícitas desde las conducciones de las redes públicas de suministro eléctrico.

 

Plantaciones sucesivas

La organización criminal utilizaba un sistema de plantaciones cíclicas para no quedarse nunca sin existencias de la droga. Incluso en la misma plantación habían dividido por zonas el cultivo en función de su estado de crecimiento, estableciendo una auténtica cadena de producción como si de un negocio legal se tratase. Además los lugares de cultivo siempre estaban vigiladas por personas que realizaban los trabajos de cultivo y recolección en las plantaciones.

Los agentes descubrieron que la comercialización de la sustancia estupefaciente era realizada tanto para el mercado nacional como para el internacional, principalmente al norte de Europa, transportándola mediante carretera a los lugares donde se fuese a consumir finalmente.

También detectaron que esta organización estaba empezando a distribuir cocaína en pequeñas cantidades, tratando así de diversificar su negocio ilícito.