Tan pronto entre en vigor la reforma del IPSI aprobada este jueves por el Pleno de la Asamblea comprar perfumes, prendas de vestir, zapatos, joyas (incluidos los relojes) o productos de informática, teléfonos móviles o cámaras de fotos debería ser algo más barato que ahora. El Pleno le ha bajado el IPSI a todos esos productos a la mitad. La mayoría tributaban al tipo máximo del 10 por ciento y lo harán en un futuro al 5 por ciento. Los que, como el calzado, pagaban un 7 por ciento, pagarán ahora un 3,5 por ciento.
Eso sí, lo votado a favor este jueves es la aprobación inicial de la reforma. Queda por tanto la aprobación definitiva. Se puede alegar, y lo más decisivo quizás, que el Ministerio de Hacienda otorgue también su beneplácito. Y es que esta reforma, una casi idéntica en la que no se incluía la joyería, ya logró el visto bueno inicial del Pleno en 2020, pero nunca llegó al trámite de aprobación definitiva. La razón la ha explicado la titular de las cuentas públicas de la Ciudad, entonces y ahora, Kissy Chandiramani. Se remitió el documento al Ministerio y nunca hubo respuesta. Cabe esperar que no haya pega alguna en Madrid, dado que la reforma que ahora impulsa Ceuta, ya la tiene en vigor Melilla desde hace algún tiempo sin queja alguna por parte del Ministerio.
La medida llega para hacer frente a la crisis provocada por “la caída del turismo de compras procedentes del Reino de Marruecos”, según se recoge en la propuesta. A lo que Chandiramani ha añadido otra secuela económica importante, la que se deriva para el pequeño comercio de “la abolición de facto” del sistema de bonificaciones en las cuotas de la Seguridad Social.
“Claro que esta medida no es el maná, porque no es la única que se va a poner en marcha”, ha vaticinado Chandiramani, que ha recordado que la misma sale de las peticiones recibidas por el Gobierno en la Mesa de Diálogo Social de los agentes económicos y sociales.
Chandiramani ha puesto en valor los esfuerzos del Ejecutivo por paliar la crisis económica deducida del cierre comercial fronterizo y de la pandemia y así ha repasado los 23 millones de euros dedicados por Procesa a ayudar al tejido económico local desde que estallara la pandemia.
La medida no es la única que ha aprobado el Pleno este jueves, pero sí la única que ha contado con algún voto en contra, el de Ceuta Ya!. El grupo de Mohamed Mustafa considera que no surtirá efecto y que se “dispara con pólvora ajena”, dado que lo que deje de recaudar la Ciudad lo acabarán pagando los trabajadores de Murcia, Cataluña o Galicia en forma de compensación por la recaudación perdida. Y porque cree que va en la línea de “reducir costes” al pequeño comercio y no en la de mejorar sus resultados por la vía de estimular el consumo, como sí hizo ayer el Gobierno de la Nación en su Consejo de Ministros dedicando un millón de euros a Ceuta precisamente a tal fin.
“El modelo de ciudad por el que abogan es el mismo que Rabat: aislarnos. Tiene estas consecuencias. El turista marroquí ya no llega. Lo acaba de decir usted y ayer decía que todo iba bien, que las afiliaciones a la Seguridad Social se habían incrementado y que estaban en niveles prepandémicos”, ha razonado Mustafa que cree que la medida será insuficiente en sólo unos meses.
Mustafa ha afeado al Gobierno de la Ciudad que haga esto cuando en Madrid gobierna otro partido y ha pedido al PSOE que se “lo haga mirar”. “Esta reforma no les va a dar para vender más”.
Como era de esperar sus críticas han servido para que Chandiramani les haya vuelto a afear su posición respecto a la bonificación de las cuotas en la Seguridad Social y les haya recordado que son el único grupo (casi actor en Ceuta) que está por mantener el actual régimen de ayudas y no volver a las bonificaciones.
Chandiramani eso sí ha vaticinado que el Ejecutivo va a endurecer su exigencia a España para que defienda el cumplimiento de los acuerdos con Marruecos en lo tocante a Ceuta y Melilla para que de una vez por todas la aduana comercial abra y empiece a funcionar y el país vecino aplique el régimen de viajeros en lo tocante a las mercancías.
Cable submarino
No es la única medida fiscal que ha aprobado el Pleno. Junto a esta importante rebaja del IPSI, la Asamblea ha dado el visto bueno por unanimidad a otras dos rebajas fiscales. Ambas, en este caso, por unanimidad. La tocante al artículo 33 de la ordenanza reguladora del IPSI se ha hecho mirando de forma muy directa al cable submarino de conexión con la península de la red eléctrica.
De ahora en adelante, cuando la rebaja sea definitiva, los proyectos que sean considerados estratégicos para Ceuta pasarán a tributar en IPSI un 0,5 por ciento. Se estima que en la obra de conexión eléctrica la Ciudad renunciará así a recaudar 2 millones de euros, que se ahorra el Estado en esa inversión.
Todos los grupos sin excepción han bendecido que se dé esta facilidad a una obra que se considera vital. Por ejemplo, aquí, el portavoz del PSOE, Juan Gutiérrez, ha recordado que la obra la impulsa un Gobierno de la Nación, el de Pedro Sánchez, que es socialista y que con la actuación contribuirá a mejorar la calidad de vida de los ceutíes, “especialmente la de los que viven en la periferia que son los que más apagones sufren”, ha recordado.
Chandiramani le ha replicado que el expediente para la conexión eléctrica con la península lo inició Rajoy.
Tasas
El Pleno también ha votado de forma unánime la propuesta de Chandiramani para acatar la recomendación realizada por el Defensor del Pueblo que pidió modificar la Tasa de expedición de documentos administrativos para excluir el cobro de tasas por alta, baja o cambio en el padrón.
Del tirón el Gobierno se ha remangado y aunque seguirá cobrando por cosas que ya en realidad ni existen, como las 10 credenciales de residente (0,80 euros), opta por suprimir los 2,05 euros que se cobraban por un alta o una baja en el padrón o un cambio de domicilio en el padrón. Sí seguirá cobrando esos mismos 2,05 euros por un certificado de empadronamiento, otro de convivencia o cualquier otro similar.
La portavoz de MDyC, Fatima Hamed, ha usado la recomendación que ahora acata el Gobierno por parte del Defensor del Pueblo para acusar al Ejecutivo de afán recaudatorio. Chandiramani le ha negado la mayor y le ha recordado la diferencia de 15 puntos entre la presión fiscal de los ceutíes, en el 6 por ciento, y la del resto de españoles, en el 21 por ciento.
