El nombre de María Antonia Trujillo, la que fuese ministra de Vivienda durante la primera legislatura de Zapatero, va a pasar a formar parte de la la lista de personas ‘no-gratas’ en Ceuta, en la que compartirá espacio con Santiago Abascal. Una declaración que tendrá que votar el Pleno, previa propuesta de la Junta de Portavoces que así lo ha decidido este lunes después de las bochornosas y desafortunadas declaraciones que vertió el fin de semana al afirmar que Ceuta y Melilla “son vestigios del pasado” o "una afrenta a la integridad marroquí".
El acuerdo alcanzado por todos los grupos políticos a excepción de Vox, cuya rúbrica no está plasmada, contempla que dichas manifestaciones suponen “una grave deslealtad a España, un absoluto desconocimiento de la historia y del Derecho, y un desprecio y falta de respeto al sentimiento de ceutíes y melillenses, que somos y nos sentimos españoles en lo más profundo de nuestros corazones”.
Asimismo, remarca que la soberanía de sendas ciudades se encuentra garantizada por el ordenamiento constitucional y el Estado, “y está fuera de toda duda”. Y pone, además, el acento en que la defensa de la españolidad debe estar exenta de colores y siglas políticas. “Debe ser un asunto de todos y realizarse desde la unidad”. Una última cuestión, quizá con las miradas puestas en Vox que, nuevamente, vuelve a ausentarse de un acuerdo institucional.
Aunque la declaración todavía no está consumada, ya que se deberá votar en el Pleno de la Asamblea, “por la vía que resulte reglamentariamente pertinente”, las reacciones de todas las formaciones políticas condenando la actitud de la exministra despejan toda duda de que Trujillo será con seguridad otra política nada bien recibida en la ciudad.
