El Partido Popular ha hecho pública su mejor carta de presentación para dirigirse al Gobierno de la Nación, a su presidente recién investido y al PSOE. Es evidente que el regreso a la crispación, arrastrado por la ultraderecha, menoscaba la credibilidad del liderazgo de Casado y en el caso de Ceuta, el liderazgo de Juan Vivas, entiende el secretario general de los socialistas ceutíes, Manuel Hernández.
Durante el debate de investidura se ha podido comprobar el discurso agresivo, plagado de mentiras y de insultos del Partido Popular, que, es obvio, ha sido totalmente coincidente con el realizado desde la bancada de la ultraderecha. Los populares tenían la opción de haber buscado un lugar en pos de la moderación, aunque ese no ha sido el caso y Casado se ha dejado vencer, tal y como explican algunos analistas políticos, por el temor a que el espacio político que abandonaba fuera ocupado por la ultraderecha, convertida en la tercera fuerza del país, algo que está sucediendo en Ceuta. “Los populares ceutíes, al igual que el partido a nivel nacional, siguen instalados en la crispación, el juego sucio y las mentiras, todo fruto del estado de crispación y de desesperación en el que viven”, dice Hernández.
“Han olvidado las formas y Vivas, además, se ha alejado del discurso de la moderación que desde hace 19 años venía manteniendo y defendiendo. Ahora ha entrado, al igual que sus ahora socios, en la misma espiral que su partido ya usó en otrora en Ceuta. “Haga memoria señor Vivas”, manifiesta el secretario general de los socialistas.
Los insultos son en estos momentos los únicos argumentos que sustentan los discursos del odio de Vivas y de los populares, “con una utilización torticera de la cantinela de los 7,2 millones de euros. Hablan de robo y ya han agotado el capítulo de calificativos al respecto. Todo con la única intención de opacitar su nefasta gestión y su traición a los y las ceutíes. Nada explican de las inyecciones dinerarias que se contemplan en el Presupuesto para tapar los agujeros que ocasionan las pérdidas en las sociedades municipales. Es cuanto menos una aberración anunciar que se van a suprimir las ayudas para la gratuidad de los libros de textos o las becas al estudio cuando se dilapidan millones de euros en tapar agujeros en las sociedades y en otorgar subvenciones suculentas a determinados colectivos. Las ayudas al estudio, señor Vivas, es invertir en un futuro y está claro que ni usted ni su partido están por esa labor, todo lo contrario está claro”, agrega Hernández.
Y le volvemos a recordar su traición a los y las ceutíes. “Recuerde que fue usted, señor Vivas, el que repitió por activa y por pasiva que nunca pactaría y alcanzaría acuerdo alguno con la ultraderecha. Hoy, al igual que le ha sucedido a su partido, no es así y es usted mismo el que ha reconocido públicamente que mantiene acuerdos, puntuales o no puntuales, con la ultraderecha. Eso, señor Vivas, es incoherencia y faltar a sus promesas y su palabra”.
El nuevo giro de los populares, como bien se explica en los medios, transmite exactamente aquello que le reprochan a Pedro Sánchez: falta de credibilidad. Con el agravante, en su caso, de falta de liderazgo, al aparecer como rehén impotente de las fuerzas más radicales en el interior de su partido y también de la agenda política impuesta por la ultraderecha.
