El verano es una época del año en la que todos disfrutamos del sol, pero también es una época en la que debemos tener especial cuidado con nuestra piel. El Dr. Darío de Perosanz Lobo, dermatólogo de la Unidad de Cáncer de Piel del Grupo Pedro Jaén, nos ofrece su perspectiva profesional sobre cómo proteger nuestra piel durante los meses de verano.
El sol, aunque es esencial para la síntesis de vitamina D, puede tener efectos perjudiciales en nuestra piel. "El sol es el principal agente de fotoenvejecimiento cutáneo, altera la síntesis de melanina, daña la barrera cutánea y contribuye a degradar las fibras de colágeno y elastina", explica el Dr. Perosanz Lobo. Además, la exposición al sol está directamente relacionada con el cáncer de piel, ya que daña el ADN celular, favoreciendo las mutaciones asociadas a estos tumores.
El dermatólogo enfatiza la importancia de usar protección solar durante todo el año, no solo en verano. "La radiación solar incide en nuestra piel todo el año, y además atraviesa las nubes. Por eso hay que usar fotoprotector todos los días, incluso en días nublados", advierte.
Sin embargo, muchas personas cometen errores al proteger su piel en verano. Algunos de estos errores incluyen el uso de cabinas de bronceado artificial, confiar únicamente en los fotoprotectores en pastillas, no reaplicar la crema solar cada dos horas o antes en caso de sudar, bañarse, rozarse con la ropa o la toalla, y usar cremas solares con índices SPF demasiado bajos.
En cuanto a la elección de un buen protector solar, el Dr. Perosanz Lobo recomienda que sea de amplio espectro, es decir, que proteja frente a la radiación solar ultravioleta de tipo A y B, además de la luz infrarroja y la luz visible. Además, debe tener un índice de protección SPF como mínimo de 30 y preferiblemente de 50.
A pesar de que las personas con piel más oscura tardan más en quemarse, el dermatólogo insiste en que también deben protegerse del daño solar, ya que la radiación solar también daña el ADN de las personas con piel oscura.
Respecto a los autobronceadores, el Dr. Perosanz Lobo explica que, aunque no dañan el ADN celular, tampoco protegen frente a la radiación ultravioleta, por lo que su uso no debe eximir de utilizar un fotoprotector solar antes de la exposición al sol.
Finalmente, el dermatólogo advierte sobre la obsesión de algunas personas por estar muy bronceadas en verano. "Los dermatólogos repetimos siempre que el bronceado saludable o bronceado seguro no existe. Está ampliamente demostrado que la radiación solar está directamente ligada al daño cutáneo y al cáncer de piel", concluye.
Para proteger la piel en los meses de verano, el Dr. Perosanz Lobo recomienda el uso de un fotoprotector tópico de amplio espectro con SPF50, reaplicarlo cada dos horas o antes si nos bañamos, complementarlo con gafas de sol, sombreros de ala ancha y ropa ligera pero cubriente, y evitar la exposición al sol en las horas centrales del día. También es conveniente mantener la piel muy bien hidratada para preservar la barrera cutánea.
