Si la Sanidad autonómica a duras penas resiste la huelga de médicos actual, los pacientes de Salud Mental de la ciudad están abandonados a su suerte, agonizando con un solo profesional mientras en cualquier ciudad española del mismo tamaño cuenta con una media de un profesional por cada 8333 seres humanos.
Además, ni siquiera a los pacientes que sufren de un problema de Salud Mental les queda en consuelo de acudir a la Sanidad Privada, donde la misma persona que atiende en la Pública atiende en la Privada, evidenciando que bien el Gobierno Central, que gestiona en este momento la Sanidad Pública de dos ciudades, no tiene interés por solventar una crisis humanitaria en la ciudad, bien la Dirección Provincial no está asumiendo la responsabilidad de evidenciar ante Madrid la situación.
Para poder ser conscientes del tamaño de las consecuencias podemos referirnos a los datos más graves: Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), en 2020 se suicidaron 3.941 personas en España. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), existirían unos 20 intentos por cada suicidio. Esto significa que en un año podrían producirse en torno a 80.000 intentos de suicidio al año en España. Esto equivale a un promedio de 10 suicidios al día, diez seres humanos que pierde nuestra sociedad por el fracaso de un sistema que cuenta con 12 veces más de profesionales.
Igualmente, podríamos hablar de las consecuencias para las mujeres gestantes con problemas de Salud Mental y para el feto de no tratar adecuadamente los problemas de Salud Mental de la madre.
En definitiva, la Salud Mental de Ceuta sufre una de las peores crisis de su historia y la ciudadanía debe plantearse si la Gestión desde Madrid es un modelo eficiente y efectivo o los ciudadanos debemos acercar la misma a las costas africanas.
