Melilla se encuentra en alerta tras la detección de un caso de rabia en un cachorro a finales de septiembre del año pasado. Este incidente marcó la segunda vez que la ciudad declaró el nivel 1 de alerta de rabia, después de un caso confirmado en mayo en un perro en la playa de los Cárabos.
A pesar de que España ha sido declarada libre de rabia en animales en cautividad y silvestres por la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA) desde 1978, se han registrado casos esporádicos en Ceuta y Melilla. La proximidad geográfica de estos territorios con Marruecos, donde la enfermedad es endémica, aumenta el riesgo de transmisión a otros animales susceptibles.
Rafael Serrano, presidente del Colegio de Veterinarios de Melilla, explicó a Diario Veterinario que la cercanía de Melilla con Argelia, un país que reporta anualmente entre 400 y 500 casos de rabia, podría ser una de las razones principales de la prevalencia de la enfermedad en Melilla en comparación con Ceuta.
El primer caso de rabia de 2024 se registró en Melilla, donde se detectó a un perro con rabia cerca de la frontera con Marruecos. El animal, de pequeño tamaño y piel canela con manchas blancas, fue capturado el 31 de diciembre en el Dique Sur, cerca del puesto fronterizo de Beni Enzar.
El animal fue capturado por la empresa Tragsatec y llevado al Centro de Observación Animal. El 4 de enero, el Centro Nacional de Microbiología confirmó la presencia de la rabia en una muestra del animal.
Según el plan de contingencia de control de la rabia, el nivel 1 de alerta incluye medidas de prevención como la revacunación obligatoria de perros, gatos, hurones y otros animales de compañía. Serrano señaló que la ciudad autónoma ofrece vacunación antirrábica gratuita y está intentando crear un “colchón vacunal” en todos los animales. Sin embargo, lamentó que los animales que entran de otras zonas pueden portar el virus rábico, lo que dificulta la erradicación completa de la enfermedad.
