La sexta ola es más contagiosa, pero no es menos preocupante que sus predecesoras. Enterrado ha quedado el argumento esgrimido por las administraciones que le restaban importancia amparándose en la baja presión hospitalaria. Los servicios en el resto de la península llevan sobrecargados desde el inicio de la Navidad. Precisamente cuando ómicron comenzó a ser la variante predominante. Fechas también en las que el centro de Loma Colmenar comenzó a incrementar a cuenta gotas sus ingresos diarios.
Si bien la presión se aleja de la onda más preocupante, el total de ingresos durante esta sexta ola – declarada el pasado 10 de noviembre-, que se eleva a 55, ya supera a todo el grueso que contabilizó la onda anterior (49). Y lo preocupante es que sigue en ascenso. Cinco más han sido los pacientes que se incorporan este miércoles y que elevan el total a 19.
El total de hospitalizados se incrementará en la misma medida en que los contagios que, de momento, siguen desbocados, batiendo a diario marcas históricas que tiempo atrás fueron impensables. Así, lo transmiten desde Medicina Preventiva, donde no se atreven a fijar una fecha para tocar techo de la curva. Señalan que el ascenso es tan vertical que de seguir en esta línea “podemos superar en número de ingresos y fallecidos al de las peores ondas cuando la población no estaba vacunada”.
Una coyuntura que ha recogido los últimos días el informe diario que reporta su servicio, en el que quedaba plasmada la previsión del Sistema Estatal de Resultados de Laboratorios (SERLAB) para Ceuta, a la que sitúa en un horizonte temporal de entre cinco a quince días con una elevación de la incidencia de alrededor de 2.700 por cien mil y una ocupación hospitalaria de hasta 19 camas.
En UCI de hasta 8-9 camas ocupadas por covid, y uno de los modelos arroja la cifra de ocupación de 15 camas de UCI”, añadía dicho informe. Todo ello, si el flujo descontrolado de casos no se ataja.
