los padres responsabilizan al médico

La Consejería de Sanidad investiga si la atención médica a niños diabéticos en un campamento organizado por la Ciudad puso en riesgo su salud

Los padres denuncian que el médico encargado de controlar el tratamiento de los pequeños modificó las pautas de medicación, poniendo con ello en riesgo la salud de los niños. El facultativo niega que ordenase cambios en la administración de insulina a los jóvenes participantes en el campamento. 

FOTO NIÑOS campamentoLa consejera de Sanidad, Adela Nieto, y el presidente Juan Vivas, visitan el campamento/ CEDIDA

La Ciudad investiga la denuncia formulada por un grupo de padres contra el equipo médico que prestó atención a sus hijos en un campamento para niños diabéticos organizado por la Consejería de Sanidad. Los progenitores aseguran que el médico responsable de controlar la alimentación de los pequeños puso en peligro su salud al modificar los tratamientos de insulina. Juan Antonio Márquez, el médico señalado por los denunciantes, ha negado con rotundidad las imputaciones.

El campamento, celebrado entre el 29 de septiembre y el 2 de octubre en el complejo rural “Miguel de Luque”, reunió a diez niños con edades comprendidas entre los 7 y los 15 años. De vuelta a casa, según explican los progenitores, los pequeños aseguraron que durante los tres días de campamento habían comido deficientemente y sin control.

La Consejería pondera ahora la principal acusación que los padres dirigen al médico. “El equipo médico decide que a los niños con niveles de glucosa inferiores a 140 no se les administrara la llamada insulina rápida; la insulina lenta ni siquiera se la pusieron”, explica el portavoz de los padres, Juan José Ríos. La insulina rápida ejerce su máximo efecto al cabo de una hora y resulta eficaz durante dos a cuatro horas y suele proporcionarse antes de las comidas; la de acción lenta llega a la sangre varias horas después de la inyección y mantiene bajo el nivel de glucosa durante 24 horas.

Ríos asegura que las mediciones del nivel de glucosa en sangre practicadas por los padres tras el fin del campamento resultaron alarmantes: “Ha habido dos niños que han alcanzado niveles que rondan los 500, cuando los índices normales se sitúan entre 80 y 120”.

Los padres han elaborado sendas denuncias que formalizarán ante la Ciudad –a cuyos responsables ya expusieron verbalmente los hechos- y al Colegio de Médicos, y aseguran que no descartan adoptar otras acciones. “Todo depende de la respuesta que se nos dé –detalla Ríos- Lo que desde luego está claro es que no vamos a tolerar que se juegue con la salud de nuestros hijos”.

Los denunciantes critican que la Consejería haya permitido que la responsabilidad de la atención médica de los pequeños durante el campamento haya sido asignada a un médico y a un enfermero sin formación específica en diabetes.

 

“No salgo de mi asombro”

El doctor Juan Antonio Márquez, facultativo del 061, ha mostrado su “asombro” ante las acusaciones formuladas contra su persona por los padres. Márquez niega que haya incurrido en una mala praxis profesional y rechaza tajante que ordenara modificar la pauta de los tratamientos de los niños. “Lo que se ha dicho es incierto: a nadie se le ha prohibido la insulina lenta, ni yo he hablado de niveles inferiores a 140, ni nada de nada. Incluso se asegura que no hacíamos controles periódicos a los niños, y eso tampoco es verdad”, protesta Márquez.

Márquez califica de “inexplicable” las acusaciones que le reprochan un comportamiento profesional inadecuado. “Yo no le he cambiado a nadie la pauta de su medicación, ni me he vuelto loco. Daría la sensación de que los niños han estado en una cárcel. Los niños eran sometidos a controles antes de cada comida y ellos mismos se administraban su propia insulina”, argumenta el médico.

 

La Consejería recaba información

Mientras, la Consejería de Sanidad ha emitido un comunicado en el que asegura que sus técnicos están recabando información para valorar la denuncia de los padres. “Una vez que se disponga de toda la información, se tomarán las medidas que se consideren oportunas”, aseguran los responsables sanitarios en su nota.

Mientras, la presidenta de la Asociación Ceutí de Diabetes, Lourdes Sempere, ha mostrado su apoyo a los padres. “Éste campamento ha sido el anticampamento”, protesta la presidenta.

El Movimiento por la Dignidad y la Ciudadanía y Ciudadanos han hecho públicos sendos comunicados por los que reclaman a la Ciudad la asunción de responsabilidades.