El verano es una época de disfrute, vacaciones y, a menudo, cambios en nuestros hábitos alimenticios. Cristina Sánchez, diplomada en nutrición humana y dietética y graduada en psicología, ofrece una perspectiva única sobre cómo el calor afecta nuestra alimentación y cómo podemos mantener una dieta saludable durante estos meses cálidos.
Sánchez explica que el calor reduce nuestra necesidad de calorías y, por lo tanto, nuestro apetito. "El calor como tal disminuye el hambre, fisiológicamente necesitamos menos calorías y por eso en algunos casos hay cierta inapetencia en esta época del año. Si es una realidad que en esta época del año cuidamos menos la alimentación, comemos más fuera de casa, nos vamos de vacaciones… y eso altera nuestra forma de comer y en la mayoría de los casos empeora", afirma.
"Una alimentación sana, con ensaladas, gazpachos, frutas ayudan a sobrellevar el calor. También lo hace evitar digestiones pesadas y mantener una hidratación adecuada", señala Sánchez.
Durante el verano, es vital que la comida que preparemos en casa sea siempre saludable. Sánchez enfatiza la importancia de consumir frutas, verduras, hortalizas y legumbres, incluso en forma de ensalada. "Es evidente que saldremos más a comer fuera por ello es más importante que nunca que la comida al menos que hagamos en casa sea siempre sana", dice.
A pesar de las dificultades, es posible mantener una dieta saludable mientras se come fuera de casa. Cristina sugiere optar por carnes y pescados al carbón, evitar las frituras y acompañar los platos con verduras y ensaladas. También insta a los restaurantes a ofrecer opciones más saludables. "En la calle se nos hace más complicado, por presión social y porque no en todos los establecimientos hay opciones saludables. En consulta siempre recomiendo pedir más carnes y pescados al carbón, evitando las frituras y acompañarlo parrillada de verduras y ensaladas por ejemplo", explica.
Los helados son aceptables como consumo ocasional, pero si se convierten en una costumbre diaria, es mejor optar por alternativas saludables como helados caseros hechos con frutas congeladas y yogur. "Como consumo ocasional no habría problema por tomar lo que más nos guste. El problema es cuando el consumo es diario, entonces tenemos que buscar alternativas saludables", aconseja.
También advierte contra los errores comunes en verano, como más comidas fuera de casa, más alcohol, más helados y el exceso en las vacaciones con todo incluido. Además, critica las dietas milagrosas antes del verano, ya que no solo son ineficaces a largo plazo, sino que también pueden poner en riesgo la salud. "Que es el cuento de nunca acabar. Dietas milagrosas que no solo no sirven porque luego se recuperan sino que, en muchos casos, ponen en riesgo nuestra salud", afirma.
La hidratación es esencial, y se deben evitar las bebidas alcohólicas, que tienen el efecto contrario. "Consumo frecuente de agua, infusiones frías, helados y bebidas a base de fruta pueden ser buenas opciones. En niños y mayores hay que tener más cuidado de no pasar horas sin beber nada. Ojo con las bebidas alcohólicas que no hidratan, precisamente hacen lo contrario", señala.
Para los niños, es importante asegurar una hidratación correcta, evitar el consumo diario de helados y bollería, y darles ejemplo con una alimentación sana. "Para los pequeños lo ideal es que no se merienden todos los días helados/bollería. Pensamos que es solo unos días pero son meses de malos hábitos que luego, como a los mayores, cuesta dejar".
Al volver a la rutina, Cristina aconseja alejarse de las dietas de desintoxicación y volver a la dieta habitual sin castigos ni compensaciones. "Alejarse de dietas de desintoxicación, lo ideal es volver a la dieta habitual sin castigos ni formas de compensación que solo empeoran nuestra relación con la comida. A veces la clave está en dejar de ver la alimentación sana como una temporada de castigo y empezar a verlo como hábitos que debemos mantener a lo largo de nuestra vida", concluye.
La entrevista con Cristina Sanches ofrece una visión completa y práctica de cómo manejar nuestra alimentación durante el verano. Sus consejos y reflexiones nos guían hacia una dieta equilibrada y saludable, ayudándonos a disfrutar de la temporada sin sacrificar nuestra salud. La alimentación en verano no tiene por qué ser un desafío si seguimos estas pautas y mantenemos una actitud consciente y responsable hacia nuestra nutrición.
