La zona de embolsamiento está a punto de cumplir su primer año de vida. Como siempre, existen los que defienden la función que desempeña, como es el caso de la Delegación del Gobierno y la Ciudad; y los que consideran que es la zona de la vergüenza, como MDyC y Caballas.
Siendo objetivos hemos de reconocer que esta explanada ha solucionado los atascos y las largas colas de vehículos que se generaban en la N-352, sobre todo en el periodo estival, pero ¿ha sido peor el remedio que la enfermedad?.
Delegación y Ciudad coinciden en que la explanada está cumpliendo la función para la que se creó: acabar con el caos en la carretera nueva. Sin embargo, MDyC y Caballas creen que el problema se ha trasladado de lugar y denuncian las condiciones tercermundistas que tienen que sufrir las personas que esperan en la explanada para acceder a Marruecos. Los partidos de la oposición critican las horas de sol y las condiciones que deben padecer los viajeros que esperan hasta cuatro horas para entrar en el país vecino.
Esta semana, la explanada se ha llevado a pleno a través de una interpelación de MDyC con la que ha querido saber las medidas de seguridad que se han adoptado en la parcela, entre otras cuestiones.
La consejera de Presidencia y Gobernación, Mabel Deu, ha sido la encargada de contestar a MDyC sobre esta “zona de la discordia”, defendiendo la utilidad de una explanada que atiende a una media de 3.000 vehículos diarios, 675.000 en su primer año de funcionamiento.
Mientras este asunto se debatía, en la parcela de Loma Colmenar un conductor irritado agredía a uno de los vigilantes. El agresor estaba cansado de aguantar las largas colas, arrebató una linterna al vigilante y le golpeó. El conductor fue detenido por la Policía Nacional acusado de un delito de lesiones leves.
Los defensores de esta iniciativa consideran que no es una solución definitiva al problema de la N-352, pero de momento se desconoce cuánto tiempo más seguirá utilizándose como paso obligado si quieres entrar en Marruecos.
Historia de una parcela
El área de embolsamiento nació como una idea forzada por la irrupción de los conocidos como “coches-patera”, automóviles dedicados a pasar mercancías de uno a otro lado de la frontera. Las medidas de regulación del paso de porteadores a pie por Tarajal II impuestas por la Delegación del Gobierno el pasado verano se tradujeron en una “invasión” de coches-patera que contribuyeron a que los atascos de tráfico resultaran, si cabe, más inatacables. La habilitación de un espacio en Loma Colmenar para concentrar este tipo de vehículos parecía un mecanismo eficaz para combatir el caos en la 352.
La obra fue encomendada a la empresa pública Tragsa. A comienzos de enero pasado, el exconsejero de Gobernación, Jacob Hachuel, anunciaba que el área de embolsamiento comenzaría a acoger a los primeros coches-patera a mediados de ese mismo mes. Apenas una semana después de aquellas declaraciones, Hachuel posponía la fecha de apertura, un retraso que, según explicó, obedecía a una modificación del proyecto que permitiría duplicar la capacidad del aparcamiento para alcanzar las 900 plazas.
En mayo, Hachuel daba una nueva fecha: el aparcamiento estaría operativo el 30 de junio. El día 21, Tragsa comenzaba a condicionar la explanada. El 29, el consejero volvía a comparecer ante la prensa para desdecirse del plazo dado. Finalmente, la explanada comenzó a operar en septiembre.
11 meses después de su inauguración se puede asegurar que el problema en la N-352, esos colapsos y largas colas de vehículos, han desaparecido.
Ahora los críticos trasladan el problema a la explanada, sobre todo por las largas horas que deben pasar a la espera las personas que quieren entrar en Marruecos, residentes incluidos.
Caballas y MDyC consideran que la parcela no está preparada para albergar a miles de personas. Los partidos hablan de una situación tercermundista.
Delegación y Ciudad, sin embargo, creen que es una solución temporal a los problemas que existían y que poco a poco se irán mejorando las infraestructuras y los servicios.
