«Antonio López me parece que es una persona muy incompetente en lo que a Emvicesa se refiere. Era todo un desorden: lo jurídico se lo encargaba a lo técnico, lo técnico a lo económico… Era todo de una ligereza para todos los asuntos de Emvicesa que a mí realmente me molestaba mucho. Allí era todo muy improvisado». La declaración este miércoles en el juicio del Caso Emvicesa de María José Cariñanos, asesora jurídica de la sociedad municipal de la vivienda, ha aportado alguna luz sobre cómo se gestionó la empresa bajo la gerencia de Antonio López, principal acusado en el proceso abierto por la presunta adjudicación irregular de viviendas públicas.
Cariñanos ha asegurado ante el tribunal que en el proceso de adjudicación de la promoción de las 317 viviendas de Loma Colmenar primó la urgencia en la tramitación. El procedimiento terminó con la publicación en un periódico local de la denominada «lista fantasma», una relación de adjudicatarios que inmediatamente se reveló carente de toda garantía administrativa y legal. De hecho, la denuncia formulada a raíz de la aparición de esta lista dio lugar al proceso judicial cuyo juicio se celebra estos días en la Audiencia Provincial.
«Había mucha prisa, no sé si porque había habido elecciones o algo así, pero se sabía que Antonio no seguiría, y ahí estaba corriendo todo el mundo –ha recordado la técnica municipal- Yo estaba esperando, sinceramente, que se terminara, esperando a que se cayeran con todo el equipo, que se acabara tanta barbaridad. Todo el mundo veía lo que ocurría pero no pasaba nada: quería que terminara, que alguien muy por encima de mí tomara algún tipo de medida».
La técnica también ha subrayado la implicación mostrada por los empleados de Emvicesa en el proceso administrativo promovido por López. «No he visto nunca a un personal de Emvicesa colaborar tanto con un gerente: no había pega a hacer cualquier trabajo que Antonio pidiera», ha asegurado Cariñanos. Cinco de los trabajadores de la empresa se sientan en el banquillo de los acusados.
Separada de los procedimientos
A juzgar por el testimonio ofrecido por la testigo, la convivencia laboral en el seno de Emvicesa tampoco resultaba la más deseable. Cariñanos ha asegurado que fue separada de facto de sus funciones como secretaria de la Comisión Local de la Vivienda después de algunos roces con la exconsejera Román. La asesora ha recordado que Román promovió la apertura de un expediente disciplinario contra ella que, aunque llegó a una fase avanzada de tramitación, no finalizó. «Para mí eran unas circunstancias muy complicadas –ha continuado la testigo- Estaba absolutamente desacreditada y despreciada en mi trabajo de asesora jurídica. Lo único que puedo decir es que se prescindió de mí. No sé lo que se hizo, pero estaba claro que no querían que yo participara».
Cariñanos ha explicado que la respuesta de Román a sus quejas sobre la manera de trabajar de López fue la de recriminarla. «Me abroncaba, incluso públicamente», ha afirmado.
La testigo ya había comenzado su deposición ante el tribunal con toda una declaración de intenciones al asegurar que sus relaciones con López, Román y los cinco empleados de Emvicesa acusados en el proceso no eran las mejores: «Tengo enemistad manifiesta con López, desde luego tampoco soy amiga de Román y estoy muy resentida con los cinco compañeros de Emvicesa que están aquí».
Compromisos
La investigación judicial reveló la existencia de los denominados «compromisos», acuerdos suscritos por López con potenciales adjudicatarios para garantizarles la entrega de una vivienda. Cariñanos ha negado hoy cualquier valor legal a esos documentos. «Para que tengan efectos legales, quien firma esos documentos ha de tener competencias y el gerente no las tiene para proponer adjudicaciones», ha explicado. A preguntas de la defensa de Susana Román, la asesora ha sostenido que la norma impide renunciar a una vivienda adjudicada a cambio de recibir otra en una promoción posterior, salvo si la casa no se ajuste a la composición familiar, caso que, según ha subrayado, no se da habitualmente.
