La adjudicación de las 317 viviendas de Loma Colmenar se tramitó mediante un procedimiento «totalmente ajustado al reglamento de 2016» y con la consigna de que había que ser estricto con la norma, que debía cumplirse «a rajatabla total». Juan Luis Aróstegui, exdiputado a la Asamblea y miembro de la Comisión Local de la Vivienda que aprobó la adjudicación de la promoción de las 317, ha insistido de este modo en la limpieza del proceso durante el juicio que se sigue en la Audiencia Provincial por el denominado Caso Emvicesa. «Se hizo una adjudicación impecable, desde mi punto de vista», ha defendido este jueves en la Sala.
El expolítico ha aludido a la publicación el 25 de junio de 2015 en un periódico local de la denominada «lista fantasma», la relación de adjudicatarios cuya validez fue contestada por la propia Ciudad, que acabó llevando el caso a los tribunales. Aróstegui ha rememorado la conversación que tuvo entonces con el presidente de la Ciudad, Juan Vivas, quien, según el testimonio del testigo, le confesó sentirse «espantado» por la aparición de una lista cuyas garantías legales eran dudosas.
«Me dijo que no sabía lo que era. Yo sostuve que había que denunciar, y la denuncia se puso después. Pero había que hacer la adjudicación. Cuando la Comisión Local de la Vivienda empieza, la consigna número uno fue la de que todos los focos estaban puestos en esto pues podían plantearse reclamaciones y pleitos: así que se decidió que en este procedimiento había que ir a rajatabla», ha explicado el testigo.
El exdiputado de Caballas se ha mostrado convencido de que detrás de la publicación de la «lista fantasma» existía una «motivación política» orientada a crear un «conflicto» ante la evidencia de que el gerente de la sociedad municipal Emvicesa, Antonio López, principal acusado en este procedimiento judicial, no iba a seguir en el cargo.
Aróstegui, que ha declarado ante el tribunal en calidad de testigo, ha recordado los días en los que estalló el escándalo de la presunta adjudicación irregular de viviendas de protección pública.
La solemnidad del acto no ha impedido que Aróstegui haya conseguido arrancar las risas de la sala cuando, ante un error del fiscal, que le identificó como miembro del PSOE, se ha defendido vehementemente: «¿Del Partido Socialista yo? No, no, no, de ninguna de las maneras. Digo la verdad y lo que sea, pero insultos vamos a procurar…»
