La hora de los acusados ha llegado en el juicio del 'Caso Emvicesa'. De hecho, esta semana está previsto que declaren todos: Fernando Tesón, presidente de la sala, desveló que la intención del tribunal es que mañana presten declaración la funcionaria de EMVICESA María José Cariñanos, y el ex viceconsejero de Vivienda, Antonio López. Este martes es el turno para los 'compradores' o 'pagadores', aquellas personas acusadas de pagar dinero a cambio de obtener una vivienda.
La sesión matinal ha comenzado con la resolución por parte de la sala sobre un par de cuestiones. Primero, el desistimiento de los empleados de EMVICESA a que sean citados varios de los testigos propuestos por ellos mismos al principio. Algo que se ha admitido, salvo una excepción: la del hermano de Teresa Sánchez Alechaga. De otra parte, se ha denegado una petición de la acusación particular para que sus defendidos presten testimonio. Lo resumió bien el letrado de la Ciudad, Luis Ragel: "no pueden tener condiciones de testigos al ser parte".
Resueltas estas cuestiones, comenzó el rosario de interrogatorios. Alguno de los acusados decía que era su ex mujer la que usaba su teléfono para hacer gestiones ante López, pero de una permuta con otra vivienda más espaciosa al tener tres niños durmiendo en la misma habitación. Otra que apareció en la lista fantasma, sin pagar dinero, y sin que lo conocieran su cuñado y sus sobrinas -también acusados-, y que su única intención era que su madre tuviera unas condiciones de vida decentes en los últimos años de su vida. Un tercero que nunca pagó dinero, y que tenía un "pequeño estudio" en la promoción de viviendas de las 317 que luego se le quedó pequeño al ampliar la familia, por lo que siguió como demandante de vivienda. Tampoco pagó.
Si hubo uno, concretamente el primero, que admitió haber pagado. A la preceptiva pregunta del fiscal de "¿Sabe usted por qué está aquí?", fue claro. "Sí, señor. Por cohecho. Por haber pagado 12.000 euros al 'Portuario' para que me consiguiese una vivienda para mi suegra". Según su relato "todo el mundo sabía que había que pagar, la gente en la calle lo comentaba. Como yo lo conocía, porque lo veía todos los días, le pagué 12.000 euros en metálico de mi suegra, que llevaba sin casa desde 2003 y reunió el dinero vendiendo sus joyitas", recordó.
Este se reunió con Antonio López y el policía portuario en un garaje de Bermudo Soriano. "Fue porque todo el mundo estaba cobrando, al no lograr la vivienda, y yo quería al menos recuperar mi dinero. El -López- me dijo que pagaría poco a poco, y de hecho le dio 2.000 euros a mi mujer" en el Centro Comercial de La Cañada, en Marbella (Málaga). Fue a principios de 2017, "a lo mejor a principios de febrero". Recordar que la detención de López se produjo el 14 de febrero de ese año, precisamente, en la localidad marbellí.
"Mi suegra no tenía otra manera de acceder a una vivienda, porque la suya se la habían tirado en 2003". La mujer, por cierto "apareció en lo que llaman la lista fantasma", confesó a preguntas del Ministerio Fiscal.
