Este patrullero, que está bajo el mando de un capitán de corbeta, es una de las unidades principales de vigilancia de la Fuerza de Acción Marítima de la Armada Española. Sus principales misiones son, entre otras, la vigilancia marítima de las costas españolas y de su zona económica exclusiva, la protección de las líneas de tráfico marítimo e infraestructuras críticas y la lucha contra el terrorismo y tráficos ilícitos. Y durante unas nueve horas, fue objeto de curiosidad para los ceutíes durante este viernes.
Más de 200 personas recorrieron las cubiertas visitables de este buque botado en 1992. El patrullero de altura "Atalaya" también tiene entre sus cometido el apoyo a las operaciones “Sea Guardian” de la OTAN o “FRONTEX-INDALO” de la UE contra el tráfico de personas, con la detección de 'gomas' o la vigilancia de las aguas territoriales, un tema que despertó la curiosidad de los visitantes.
El "Atalaya" es el cuarto buque de la clase “Serviola”, en sus treinta años de servicio, ha tomado parte en el “conflicto del fletan”, así como en operaciones como “Africa Partner Ship”, “Noble Centinela”, “Indalo” y múltiples operaciones de control del tráfico marítimo.
La embarcación cuenta con 68 metros de eslora y casi 11 de manga, y un gran cañón de 50 milímetros que se convirtió en el protagonista de cada grupo que visitó el barco, haciendo las delicias de grandes grandes y, sobre todo, de pequeños.
Entre las curiosidades de este veterano buque se encuentra "Óscar", un marinero de trapo que no se queja cuando se realizan las maniobras de 'hombre al agua'.
El siguiente destino del "Atalaya" será la Base Naval de Rota tras una semana de travesía por el Mediterráneo. En Rota llevará a cabo una serie de "inputs" para el adiestramiento de personal.
