2024 ha arrancado con el mismo rastro de muerte que lo hiciera 2023. En los primeros cinco días del año, el mar ha devuelto los cadáveres de dos migrantes, dos hombres que trataban de alcanzar a nado territorio español. Sus cuerpos sin vida acabaron emergiendo del mar junto a las costas de El Sarchal, un lugar que bien podría representar la tragedia de la emigración desde África hacia Europa.
También frente a las costas de El Sarchal, el 24 de enero del año pasado los pilotos de una lancha neumática dedicada al tráfico de personas obligaron a nueve migrantes a arrojarse al agua en un día de mala mar y en plena zona de fuertes corrientes. Algunos de ellos no sabían nadar. Los cadáveres de cuatro de ellos fueron apareciendo en los días sucesivos. Finalmente, la Guardia Civil consiguió detener a los dos traficantes, que resultaron ser dos veinteañeros.
Un quinto cadáver llegaría el año pasado a las cercanías de El Sarchal. El 22 de febrero, el Grupo de Especialistas de Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil recuperaba el cuerpo sin vida de un joven a apenas 500 metros de la costa.
El Sarchal fue escenario del drama migratorio el año pasado en un tercio de los casos de aparición de cadáveres que se registraron ese año en Ceuta. Durante 2023, 15 personas –todos varones y jóvenes- perecieron en aguas ceutíes intentando alcanzar la costa española.
La geografía ceutí está jalonada por lugares que no resulta difícil emparentar con la muerte y la tragedia. La playa de El Tarajal quedó señalada el 6 de febrero de 2014 con el fallecimiento en sus aguas de 15 jóvenes. El Sarchal aparece en las crónicas de 7 de los últimos diecisiete hallazgos de cadáveres en el litoral de la ciudad. Muertes que, según la evidencia, no han generado alarma social alguna en la ciudad ni repudio explícito de sus representantes políticos.
147 muertos en el Estrecho
Un reciente informe elaborado por la oenegé «Caminando Fronteras» cifra en 6.618 el número de muertos registrados en los tráficos de migrantes. 384 de ellos eran niños. Muchas de estas personas perecieron tratando de ganar a nado la costa de Ceuta o a bordo de precarias barcas inflables de juguete con las que pretendían alcanzar la Península.
Según el informe «Monitoreo del Derecho a la Vida», 6.007 personas fallecieron durante 2023 en la ruta más letal: la canaria. El Estrecho fue escenario de la muerte de 147 migrantes. En Alborán murieron 30 personas y la ruta argelina se cobró la vida de 434.
«La instauración de un muro en medio del mar, donde el Estado español establece el paralelo 35º 50’ como una valla invisible en la que los servicios de rescate no van a operar, pone en riesgo la vida –sostiene “Caminando Fronteras” en su informe- Paradójicamente este paralelo no es un muro para las interceptaciones de los servicios de control de Marruecos».
