En un acto cargado de emotividad y respeto, la UGT de Ceuta ha rendido homenaje este miércoles a los siete policías locales que fungían como escoltas del alcalde Antonio López Sánchez-Prado, y a Francisco Martos Hernández, un compañero de militancia. Estos hombres fueron brutalmente asesinados hace 86 años, en los oscuros días de la época franquista.
El acto se ha celebrado en la estatua de Sánchez-Prado que se encuentra en la Gran Vía. Al igual que el año pasado, en el acto ha estado presente Alfonso González, hijo de Prudencio González, uno de los escoltas asesinados.
Los homenajeados, Juan Salvo Pastos, Julio Pardo Izaurriaga, Prudencio González Martín, Enrique Caliani Rodríguez, Cecilio Fernández García, Joaquín García Sánchez y Víctor Sánchez Sánchez, representan el sacrificio supremo en la lucha por la democracia y la libertad. Todos ellos, casados y en la flor de la vida, fueron detenidos y ejecutados entre julio y septiembre de 1936. Junto a ellos, cayó también Francisco Martos Hernández, un joven ceutí de 26 años, que compartía sus ideales aunque no formaba parte del cuerpo policial.
Juan Carlos Pérez, secretario general de UGT, enfatizó la importancia de este acto, especialmente en el contexto actual. “Es un acto necesario para recordar a aquellos que fueron fusilados únicamente por defender la democracia y el orden establecido”, afirmó Pérez. Subrayó la importancia de no olvidar estos hechos y de mantener viva la memoria histórica. "No podemos olvidar nunca estos hechos, y tenemos que recordarlo todos los años, porque la historia, como usted dice, está condenada a repetirse".
