La corporación municipal ha guardado un minuto de silencio en señal de duelo y condena por la última víctima de violencia de género: un niño de 11 años que ha sido encontrado en una zona arbolada del municipio coruñés de Oza-Cesuras, y a quien se buscaba desde el lunes cuando su madre denunció su desaparición después de que su padre se lo llevara a pasar el fin de semana y no lo devolviera. El padre, que tenía una orden de alejamiento de su ex pareja hasta 2013, ha sido detenido por ser el presunto asesino.
Ya son cinco, los mismos meses que llevamos de año, los niños asesinados a manos de sus padres o de las parejas de sus madres, que no han dudado en acabar con la vida de los pequeños para causarles el mayor daño posible a ellas. La violencia machista también ha dejado a 169 niños huérfanos desde 2013.