Los vigilantes de seguridad privada, apoyados por CCOO, se han concentrado este lunes frente a la Delegación del Gobierno para reivindicar más vigilantes en la frontera.
Los trabajadores piden que se mantengan los mismos puestos de hace unos meses. Con la crisis migratoria de mayo el número de vigilantes subió hasta los 57 ahora sólo quedan 26. Un número que consideran insuficiente si lo que las administraciones quieren es una frontera fluida. "No entendemos que hayan despedido a 31 compañeros ahora que en la frontera sólo hay que invertir en seguridad", asegura Javier Ríos, vigilante y miembro de CCOO.
Sobre todo, insisten, en estos momentos en los que se va a poner en marcha la aduana comercial y van a necesitar más vigilantes. "No se cómo lo van a hacer".
Los trabajadores lamentan que nadie les haya explicado los motivos de esa reducción de plantilla. "Un servicio que habida cuenta del paso del tiempo se ha demostrado que ha servido para la fluidez fronteriza y que ha beneficiado al tránsito de personas y de vehículos en las épocas de más afluencia".
Los vigilantes entenderían estos despidos si reforzaran la plantilla de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad que trabajan en la frontera, "pero no es así y nosotros les apoyamos, ellos nos necesitan".
A las 12 tienen previsto una concentración frente al Ayuntamiento. La segunda jornada de protestas será este jueves y no van a cesar hasta que les expliquen qué va a pasar con este colectivo.
