El sindicato de Vox, Solidaridad, ha cerrado filas con el partido – cuyo representante es el mismo, Juan Sergio Redondo- para insistir en la propuesta que la formación elevará el próximo martes al pleno encaminada a convertir en empresa pública el servicio de limpieza y recogida de residuos, cuya adjudicación actual ostenta Trace.
Tras las críticas y repudios recibidos por el Comité de Empresa plasmados vía comunicado de prensa. A través de la cual expresaban que no se les había consultado ese cambio de modelo, ni las repercusiones que para los empleados podría acarrear. Ahora, el sindicato- sin presencia en dicho Comité y con tan solo un afiliado en la empresa- responde con el alegato de que “garantizará la estabilidad y el desarrollo profesional de los trabajadores”. De la misma forma que destaca que “dejarán de estar condicionados por los intereses particulares de la entidad empresarial”.
Sin embargo, esta insistencia tanto del partido como del sindicato en municipalizar el servicio, en opinión del propio Comité, obedecería a un “artificio político”, más que a una severa preocupación por la situación de los trabajadores, como intentan desprender. Más aún, cuando la propia formación siempre se ha opuesto a toda la filosofía que recoge la gestión pública, apostando siempre por el modelo de privatización de los servicios que se prestan a la ciudadanía.
El sindicato que dirige Juan Sergio Redondo, no obstante, se muestra decidido a entrar con fuerza en las próximas elecciones sindicales, pese a que con esta iniciativa se han ganado el rechazo de gran parte de la plantilla. Sin embargo, Solidaridad obvia esta situación, y considera que obtener mayor presencia “sería garantía absoluta de que los derechos de los trabajadores conseguidos hasta ahora en los sucesivos convenios, no solo se consolidarán, sino que mejorarán ostensiblemente en el proceso de municipalización”.
