Hace unos días el presidente de la ciudad, Juan Vivas, se reunió con la ministra de Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, para abordar diferentes asuntos relacionados con nuestro entorno. Cuestiones que Septem Nostra ha querido analizar para Ceuta Actualidad.
El primer punto de fricción con la política medio ambiental del Gobierno del PP es la regeneración de las playas de la bahía sur con aporte de arena venida del sur de la península. Un aporte, que según el presidente Juan Vivas, “podría ser incluso antes de que empiece la temporada de verano de este año". En caso de demora imprevista y, sobre todo, "no deseada", la regeneración sería una realidad para la temporada de playas de 2018.
Mejor con materiales autóctonos
La organización ecologista considera que estos trabajos deberían hacerse con material autóctono “pero parece que el Gobierno está empeñado en hacerlo con arena fina a pesar de que el propio ministerio también apostó por materiales propios del lugar”, explica el presidente de la asociación, José Manuel Pérez Rivera. La oposición a este tipo de tierra está basada en motivos medio ambientales. “Al ser una arena tan fina puede provocar problemas en los fondos marinos y en la pesca”, asevera Pérez. "En los fondos porque provocaría que el agua estuviera turbia, algo que afectaría a tortugas, cetáceos y a especies de peces filtradoras, entre otros, además de a la riqueza pesquera de la zona”, matiza.
Por otro lado, en caso de temporal esta arena tan fina y ligera desaparecería de la playa porque “a diferencia de lo que ocurre en la zona de Cádiz, aquí no tenemos un sistema de dunas que proteja la playa de la virulencia del clima”, aclara el presidente de Septem Nostra, quien pide sensatez al Gobierno y sobre todo, “que antes de emprender cualquier aventura que no se sabe cómo acabará", se redacte un Plan de Uso y Gestión del Litoral, un documento inexistente en la ciudad y muy necesario, “sobre todo en la zona protegida por la Unión Europea”. Según Pérez Rivera la ciudad lleva tres años de incumplimientos al no contar con este plan “a pesar de que hace un año el consejero de Medio Ambiente se comprometió a hacerlo”. En este sentido, piden que se convoque el Consejo Sectorial de Medio Ambiente para que la Ciudad pueda conocer la opinión de las partes implicadas.
Ese plan también contemplaría la conveniencia o no de crear arrecifes artificiales, como se aprobó en el pleno de esta semana. La propuesta presentada por el PSOE para crear estas zonas, y así atraer turismo submarino, no es una
prioridad para Septem Nostra, quien prefiere apostar primero por hacer un diagnóstico de los fondos marinos y “sobre todo por determinar el uso que queremos hacer del mar para mantener el equilibrio ecológico porque el impacto de la acción humana con pesca, barcos y ocio, tiene un fuerte impacto sobre un medio tan frágil como es el marino”. En este sentido, aplaude que el pleno aprobará estudiar cómo llevar a cabo esta medida y dónde aunque, lógicamente, son más partidarios de “lo natural porque la riqueza del mar no necesita aportaciones artificiales”.
La creación de estos arrecifes artificiales pasa por hundir pecios, previamente descontaminados y preparados y que a la larga podrían generar vida o bien estructuras de diversos materiales, acondicionadas para proporcionar un hábitat adecuado para especies de la flora y fauna marinas. Estas estructuras pueden ser de hormigón, metal, cilíndricas o cuadradas. Además, proveen un sustrato duro a aquellas especies que lo necesitan para desarrollarse como las algas, las esponjas, las gorgonias y los corales, entre otras criaturas. A su vez, tanto estos organismos como la propia estructura artificial, proveen refugio y alimento a las más diversas especies como los peces, los crustáceos. Pérez Rivera recuerda una experiencia similar realizada en Ceuta con pateras de la que no se ha hecho ningún tipo de seguimiento, “ni se consiguieron los resultados deseados”.
Un punto negro y con mal olor
En el caso de la bahía norte, el compromiso del Gobierno de Ceuta, refrendado por la ministra García Tejerina, es encauzar las aguas pluviales que se vierten a la playa de Benítez, una asignatura pendiente que Vivas ha tildado como "problema crónico". Crónico, de momento, porque de acuerdo con el plan trazado entre ambas administraciones, ese asunto podrá estar resuelto el año que viene. Una medida que aplauden desde la asociación ecologistas ya que “supondría acabar con un punto negro en la ciudad y que genera malos olores”.
La temporada de baño se acerca y las algas invasoras, como ya predijo la asociación, están llegando. “La ciudad mantiene los mismos puntos negros en cuanto a limpieza en las playas de La Almadraba o Benítez, viejos problemas que no se solucionan más que cuando se acerca la temporada. Septem Nostra recuerda al Gobierno que “el litoral no solo existe en verano”.
