Carta de MDyC a la ministra de Juventud e Infancia, Sira Rego, en relación a los menores migrantes

"Detrás de cada nombre que se registra, hay una vida que se pone en riesgo"

Nadia Mohamed, MDyC (A. Castillo)
photo_camera Nadia Mohamed, MDyC (A. Castillo)

Nos dirigimos a usted desde el Movimiento por la Dignidad y la Ciudadanía (MDyC) de Ceuta para trasladarle un asunto que preocupa a quienes componen esta formación.

Como sabe, Ceuta es una de las dos únicas fronteras terrestres europeas con África. La Frontera Sur, en la que se ubica nuestra ciudad autónoma, está dentro de la ruta que emprenden las personas migrantes que provienen del continente africano. Un periplo migratorio largo, duro y, en desgraciadas ocasiones, mortífero para quienes abandonan su hogar buscando un lugar mejor. Saltar la valla o cruzar a nado el espigón del Tarajal supone estar a un lado o al otro de una línea divisoria entre dos mundos.

Detrás de cada nombre que se registra, hay una vida que se pone en riesgo. En lo que llevamos de año, el número de personas migrantes que llegan a esta ciudad ha aumentado de manera alarmante. Y utilizamos ese adjetivo porque realmente nos preocupa la raíz del problema que hace que estas personas tomen la decisión de jugarse su integridad en una frontera.

Pero no hemos venido aquí a hablar de una cuestión de migración, si no, nos estaríamos dirigiendo a los Ministerios del Interior o Migraciones, entre otros. La mayoría de las personas que han llegado a Ceuta en las últimas semanas han sido menores de edad. Y las infraestructuras que se encargan de brindar una atención vital a estos niños están completamente desbordadas. Es una necesidad urgente atender la condición especial de Ceuta como ciudad fronteriza y poner el foco en la dignidad de los más pequeños.

Cuando la ciudad autónoma ha vivido un punto de inflexión en cuanto al hecho migratorio, los vecinos y vecinas de esta tierra han salido a la calle a entregar con sus propias manos todo lo que tenían para intentar aliviar la vulnerabilidad de estos seres humanos. Forma parte ya de la idiosincrasia de su ciudadanía. Sin embargo, no es una cuestión de caridad o responsabilidad social. Esta responsabilidad es un asunto de Estado y él es el encargado de ser solidario con un territorio igual de español que los que se encuentran al otro lado del Estrecho de Gibraltar.

Por último, queremos manifestar alto y claro el terror que nos provoca que cierta formación pretenda adelantar por la extrema derecha en esta cuestión que tanto tiene que ver con los Derechos Humanos, y su única respuesta sea seguir agitando las aguas y hacer más altas las vallas.

Apelamos al Ministerio que usted dirige a que actúe para dar solución dentro de las competencias que tiene atribuidas para mejorar la atención que debemos proporcionar a estos niños que llegan a España en busca de un futuro y a que acometa las actuaciones necesarias en Ceuta.

Sin otro particular y quedando a su disposición, reciba un cordial y afectuoso saludo.

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