El abuso oculto en tus contratos: ¿Estás pagando de más?

Estas cláusula obligan a los consumidores a aceptar condiciones que les perjudican, ya sea económicamente o en términos de sus derechos

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En los tiempos que corren donde los contratos y acuerdos son una parte integral de nuestras vidas, es esencial estar consciente de las cláusulas abusivas que pueden estar presentes en ellos. Estas cláusulas, impuestas por grandes empresas en sectores como la banca, las telecomunicaciones, las aerolíneas, entre otros, obligan a los consumidores a aceptar condiciones que les perjudican, ya sea económicamente o en términos de sus derechos.

Las cláusulas abusivas son aquellas que una parte impone a la otra, obligándola a aceptar condiciones que le perjudican, ya sea económicamente o en términos de sus derechos. En todos estos casos, quien impone la cláusula es una gran empresa y a quien se le impone es, habitualmente, un consumidor.

Las cláusulas abusivas más notorias para el gran público han sido las impuestas por la banca en gran parte de las hipotecas, limitando la bajada de las cuotas de dichas hipotecas o cargando a los compradores con los gastos de formalización del préstamo. Sin embargo, según los expertos del despacho de abogados Misletrados.com, hay múltiples cláusulas abusivas en toda clase de servicios y contratos.

Por ejemplo, las aerolíneas que cobran a sus clientes por el equipaje de mano o por imprimir el billete, compañías ferroviarias que cobran gastos de gestión cada vez que les compras un billete, compañías telefónicas que imponen permanencias para evitar que te cambies a otras, aseguradoras que limitan los canales de reclamación o la indemnización.

Frente a estos abusos, la única opción es reclamarlos a la compañía. Según Misletrados.com, las formas de reclamarlos y anularlos son principalmente dos: bien que la Fiscalía tome cartas en el asunto y pida la nulidad de una cláusula de un contrato atendiendo al interés difuso (a la generalidad y sin especificar a un afectado concreto) de los consumidores, o bien que el afectado lo reclame directamente.

En este último caso, es fundamental presentar una queja a la empresa y, si no la atiende, entonces acudir a los tribunales. Si la cuantía que se reclama es inferior a 2.000€, puede demandarse sin necesidad ni de abogado ni de procurador.

Por ello, desde Misletrados aconsejan revisar todos los contratos que tengas o las condiciones generales de los servicios que disfrutas. Puede ser que estén abusando de ti y tengas derecho a recuperar lo que has pagado de más.

En resumen, es crucial estar informado y consciente de las cláusulas abusivas en los contratos y servicios que utilizamos. Si sospechas que puedes estar siendo víctima de una cláusula abusiva, no dudes en buscar asesoramiento legal y tomar las medidas necesarias para proteger tus derechos.

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