El consejo del CERMI. El ser humano, como su propio nombre indica, tiene una esencia, una causa, una experiencia necesaria, la cual es la búsqueda del bienestar.
En esa búsqueda, el ser humano ha ido evolucionando, introduciendo valores como la generosidad, la solidaridad, o la igualdad de oportunidades.
En todo esto, el lenguaje es el principal indicador de la evolución humana, y ha ido cambiando, adaptándose a unas circunstancias cambiantes, y ofreciendo soluciones donde antes había problemas.
El secreto de una sociedad más saludable hay que buscarlo en la naturaleza de las relaciones humanas, en la comprensión de la realidad del otro, y este es el consejo que desde la experiencia vital ofrecemos desde el CERMI.
“Yo que tú” es una frase que todos hemos pronunciado y suele ser preludio de un consejo/opinión. Si presuponemos que quien nos habla empatiza con nuestros objetivos y nos conoce bien, al darnos su opinión nos está mostrando un punto de vista nuevo que enriquece nuestra perspectiva y nos ayuda a tomar buenas decisiones para lograr los objetivos que nos hemos marcado.
Precisamente esto es lo que CERMI Ceuta espera que ocurra y por eso hemos invitado a compartir con nosotros un desayuno el día 1 de diciembre a todos los que de alguna manera son responsables de hacer que nuestra ciudad se convierta en ejemplo a seguir.
Las confirmaciones de asistencia nos hacen pensar que el 2023 va a ser un año afortunado en el que el dialogo que arranca el día 1 de diciembre ya no se detenga y podamos trabajar juntos aportando iniciativas y acciones de especial interés para el bienestar y la plena integración de las personas con discapacidad.
El Estado de Bienestar tiene dos dificultades que debe afrontar si es que queremos que la vida se desarrolle en plenitud.
Por un lado, la sostenibilidad. Somos conscientes de la escasez de recursos, pero creemos que un enfoque integrador y un uso responsable del gasto son compatibles.
Por otro, que el bienestar nos alcance a todas las personas. La dignidad de las personas con discapacidad no puede aplazarse. Todos y todas tenemos derecho a descubrir nuestros talentos, a desarrollar nuestro potencial.
Sin un punto de apoyo para moverse por las dinámicas sociales, el día a día se presenta como un horizonte de lejanas tierras. En cambio, una mano tendida nos reencontrará con nuestra naturaleza, y el ser humano podrá presumir de su orgullo.
