Cada año, existen dos periodos que se han convertido en símbolos de preocupación financiera para muchas familias: la "cuesta de enero" y la "cuesta de septiembre". Mientras que la primera se asocia con la resaca económica de las fiestas navideñas, la segunda tiene una relevancia igualmente palpable, pero por razones distintas.
Tras el verano, la relajación y la desconexión que brindan las vacaciones se ven abruptamente interrumpidas por una oleada de gastos que afecta especialmente a quienes tienen hijos en edad escolar. La lista es larga y variada: material escolar, uniformes, libros de texto y actividades extraescolares, por nombrar solo algunos. Y es que la educación, pese a su importancia innegable, lleva consigo una inversión económica que no todos pueden afrontar con facilidad.
Ceutaactualidad ha salido a la calle a preguntar a los ceutíes como afrontan la tan temida “cuesta de septiembre” y esto es lo que nos han dicho.
