La historia de César González, viajando en moto a Pontevedra para presenciar la victoria de la AD Ceuta en 'Pasarón', tiene una intrahistoria que va mucho más allá de las aficiones deportivas. Esconde el amor de sus hijas que, con un regalo, cambió la vida a su padre.
Una camiseta de un equipo de fútbol, la de la AD Ceuta, como regalo en el día de 'Reyes', fue la sorpresa que recibió César de sus hijas. Un regalo que podría haber pasado sin pena ni gloria, podríamos pensar, pero que no nos iba a cambiar la forma de enfocar la vida y esto es lo que le ha sucedido a César que, aunque ya era 'motero', desde que comenzó la crisis sanitaria, había aparcado la moto, pero ahora, ya jubilado, esa camiseta, unida a que también es futbolero ('colchonero' para más señas) le ha vuelto a despertar el gusanillo de la carretera uniéndose a los desplazamientos de la AD Ceuta.
Con un gran viaje en mente no se lo pensó y decidió poner rumbo a Pontevedra. Mil kilómetros en moto por delante para ver ese Pontevedra - AD Ceuta para los que empleó doce horas. Atravesó la península por Portugal para llegar a Galicia, por la Ruta de la Plata, con el regalo de sus hijas, la camiseta amarilla del Ceuta, en la maleta.
Un viaje que tenía muchas motivaciones pero en lo deportivo, era ver al colista del grupo y muchos podrían pensar que no merecía la pena 'meterse' entre pecho y espalda tantos kilómetros, pero la buena racha del equipo fue un argumento más para emprender un gran viaje, que tuvo recompensas. El triunfo del Ceuta, el hat-trick de Rodri, un viaje en el que disfrutó de los kilómetros y, como buen futbolero, dio con la peña colchonera en Pontevedra y con ellos presenció el derbi madrileño. Pero, otra recompensa la recibió al finalizar el duelo en 'Pasarón'. Los jugadores caballas saludaron a los aficionados de Ceuta que viajaron a Pontevedra, entre ellos César y Danese le dio la camiseta, con la que posaba orgullo en el estadio pontevedrés.
