En un mundo cada vez más conectado, la acumulación de fotografías en dispositivos móviles se ha convertido en una práctica común, pero poco se habla de su impacto medioambiental. En España, más de 30.000 millones de fotos reposan en los teléfonos móviles de sus habitantes, una cifra que, aunque impresionante, esconde un problema ambiental más profundo.
El almacenamiento de mil fotos en un teléfono consume energía equivalente a cargar ocho móviles. En términos más amplios, esto representa el consumo energético de 240 millones de móviles cargando en todo el país. Este dato es preocupante, considerando que la mayoría de esta energía no proviene de fuentes renovables, contribuyendo así a la emisión de toneladas de CO2.
Un estudio realizado por Cheerz, una empresa líder en impresión fotográfica desde móviles en Europa, revela que una de cada tres fotos almacenadas en los móviles de los españoles no tiene ninguna relevancia para ellos. A pesar de esto, el 63% de la población mantiene un hábito de acumulación de imágenes, con una mínima costumbre de eliminar aquellas que no son relevantes.
Esta falta de conciencia sobre la contaminación digital se refleja en las prácticas cotidianas de los usuarios. Mientras que se ha logrado una mayor concienciación sobre la importancia de no imprimir innecesariamente para conservar los recursos y evitar la deforestación, el impacto ambiental de las fotografías digitales permanece en gran medida invisible.
Qui Marín, directora del Sur de Europa de Cheerz, señala la importancia de adoptar prácticas de higiene digital, como eliminar fotos irrelevantes y optar por imprimir solo aquellas que tienen un valor especial. Según Marín, este enfoque no solo reduciría la contaminación digital sino que también tendría un menor impacto en el planeta.
Cheerz se posiciona como una empresa comprometida con el medio ambiente. Su programa #detodocorazón se enfoca en disminuir residuos y reciclar, incluyendo medidas como la reducción de desechos en un 25%, la eliminación de plásticos en la producción, el uso de paquetes 100% reciclados y reciclables, y la compensación de las emisiones de carbono. Además, desde septiembre de 2020, todos sus álbumes cuentan con la certificación FSC® Mix 70%.
El estudio de Cheerz y las iniciativas de la empresa abren un importante debate sobre la responsabilidad ambiental en la era digital, destacando la necesidad de un cambio en la forma en que los usuarios interactúan con sus dispositivos y almacenan sus recuerdos.
