Opinión

Fitur

La Feria Internacional del Turismo ha comenzado con idénticos rituales. La presencia de la reina Letizia en las instalaciones madrileñas de Ifema ha aportado una nueva fotografía para el álbum institucional de instantáneas de la Ciudad. Ahora sólo queda esperar a que concluya la muestra para conocer qué beneficios deparará a la economía local la inversión de dinero público satisfecha para garantizar la presencia de Ceuta en el evento.

La Feria Internacional del Turismo ha comenzado con idénticos rituales. La presencia de la reina Letizia en las instalaciones madrileñas de Ifema ha aportado una nueva fotografía para el álbum institucional de instantáneas de la Ciudad. Ahora sólo queda esperar a que concluya la muestra para conocer qué beneficios deparará a la economía local la inversión de dinero público satisfecha para garantizar la presencia de Ceuta en el evento.

La presencia de la ciudad en uno de los encuentros del sector más importantes de cuantos se organizan internacionalmente cada año se antoja una apuesta de interés, siempre y cuando el empeño que se disponga en la tarea de difundir la oferta turística ceutí se emplee también para preservarla y fomentarla a través de las políticas locales.

Los lastres tradicionales de la economía caballa continúan pesando sobre el dinamismo de las actividades comercial y turística, los dos únicos campos empresariales que prometen algún futuro a la ciudad más allá del sostén que le procura el Estado como allegador de fondos. Si no se actúa sobre estas servidumbres, ninguna iniciativa de promoción exterior servirá de nada.

Fitur es una gran oportunidad para darnos a conocer en la casa del vecino. Pero de nada servirá si no acondicionamos como debemos la propia casa.