Desde las profundidades de Granada, emerge una comparsa que ha extendido su imperio carnavalero hasta los confines más lejanos.
El Carnaval de Cádiz, un imperio en sí mismo, ha extendido su influencia más allá de Andalucía. Sin embargo, es la comparsa de Granada, con letra del ceutí Juanmi Armuña, la que presenta esta propuesta única, respaldada por un impresionante conjunto de voces y complementada con la interpretación del lenguaje de signos.
Este año, la agrupación ha incorporado a Nene Cheza en la autoría de la música, colaborando junto a Luis María Fernández Delgado. Pablo García Pulido se encarga de dirigir esta comparsa, que el año pasado se quedó en preliminares con ‘Los indispensables’.
En su presentación, los del Imperio relatan su viaje, culminando en un emotivo pasodoble, siguiendo la estela de la idea desarrollada en la presentación, aboga por el hermanamiento gaditano-granaíno a propósito de Carlos Cano. La segunda letra arranca con un repaso por la historia de las religiones abrahámicas que integraron el judaísmo y el cristianismo para acabar con una rotunda denuncia a la invasión israelí sobre el pueblo palestino. dedicado a Cádiz y su emblemática fiesta. “Perdón por ser un loco de Granada que al viento le reclama tu imperio”, cantan, mientras el segundo pasodoble se eleva en un grito por una Palestina libre.
La tanda de cuplés se bifurca en dos géneros de entretenimiento: por un lado, la moda de las series en distintas plataformas, letra que se resuelve con un chiste picante; por otro, la capacidad de imitación de uno de los componentes de la comparsa: clava todas las voces menos las de Carli y Arturito. En el estribillo aseguran que son de Granada pero vienen a morir a Cádiz.
El mensaje central no se diluye en el popurrí: “que en el mundo se contagie la alegría de este imperio para que se vayan los males y se escuche carnaval”. Un pase muy digno del Imperio.
