El repunte de casos de coronavirus que sufre la ciudad desde la segunda semana de agosto ha obligado a las fuerzas y cuerpos de seguridad a intensificar su presencia en las calles y aumentar el número de controles sobre el cumplimiento de las medidas higiénico-sanitarias impuestas por las autoridades. Ésta ha sido una de las decisiones adoptadas por el Centro de Coordinación (CECOR), órgano reactivado la pasada semana por la Ciudad y la Delegación del Gobierno ante el agravamiento de la situación sanitaria.
Solo desde el pasado jueves y hasta ayer lunes, la Policía Nacional, la Policía Local y la Guardia Civil han impuesto 123 sanciones por no llevar mascarilla y restablecido 18 controles de tráfico en diversos puntos de la ciudad. Además, también se ha interpuesto multas por participar en botellones (17). Los agentes han levantado actas a cinco establecimientos de hostelería por no cumplir con el horario de apertura fijado por el Gobierno de la Ciudad.
La gravedad de la situación ha llevado a las autoridades a apelar, una vez más, a la responsabilidad personal para evitar conductas de riesgo.