La sexta ola comenzó de forma dubitativa, empezó a crecer de manera inesperada en plena inoculación de la tercera dosis de la vacuna y ahora mismo se ha desbocado. Los contagios crecen de manera exponencial y a nivel de infección, de expansión del virus, la situación es similar a la de los peores momentos de esos casi dos años de pandemia de covid.
Con una curva en ascenso, ni encuentra techo, ni se presenta a la vista y suma otros 43 positivos que elevan a 857 el total de contagios desde que se decretó oficialmente esta nueva onda epidémica en la ciudad.
La entrada en juego de la variante ómicron, en circulación desde hace al menos una semana, cuyo séptimo posible caso se acaba de enviar a secuenciación genómica, ha acelerado la velocidad de los contagios que mantiene a 1171 personas en aislamiento y 74 brotes activos.
La presión hospitalaria, por su parte, intenta encarar el panorama y, pese a que todavía ni registra una elevada incidencia, los ingresos diarios llegan por goteo. Dos más en esta jornada, de los cuáles uno ha solicitado el alta voluntaria, mientras que el otro paciente es una mujer de 79 años vacunada con solo la primera pauta.
