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photo_camera Imagen habitual en la frontera de El Tarajal./A.S.

La Cámara de Comercio de Ceuta se enfrenta a numerosos problemas en una ciudad socialmente compleja y económicamente difícil para los empresarios. Retos como la reordenación de los tráficos por la frontera, la normalización del polígono de El Tarajal o la reconsideración de la conveniencia de mantener la figura del Impuesto sobre la Producción, los Servicios y la Importación (IPSI) se encuentran sobre la mesa de Karim Bulaix García-Valiño, presidente de la institución desde 2010. “Nos faltan herramientas para ser competitivos”, reconoce.

 ¿Cómo presentaría la situación de la economía y los empresarios en Ceuta?

No tenemos una situación económica muy diferente a la del resto de la Península. Es cierto que somos una ciudad singular: somos una población fronteriza, separada del resto de la nación por un estrecho y eso comporta debilidades. Tenemos dificultades para atraer a gente de la Península a fin de que nos visite y consuma aquí, en parte por los precios de las navieras. Pero, por otro lado, tenemos al lado a un país vecino con grandes fortalezas, un país cuya clase media crece a pasos agigantados. Ahí tenemos una gran oportunidad para que el comercio de Ceuta pueda convertirse en el motor de la economía local.

Dadas las peculiaridades de Ceuta, ¿hablar de un futuro desarrollo de las actividades industriales en la ciudad es realista?

Faltan herramientas fiscales y legislativas para que podamos ser competitivos a nivel industrial. Si, finalmente, todas esas herramientas de las que un día se habló –la ley de origen y otras- se hicieran efectivas, no tengo duda de que muchos empresarios fabricarían aquí. Pero si analizamos la situación del empresario ceutí, te das cuenta de que no existe una protección que atienda a sus necesidades.

¿Qué herramientas se precisarían?

Siempre que hablo de esto cito el caso de una empresa que actualmente está en liquidación. La conozco bien porque forma parte de la junta directiva de la Cámara. Es el caso de un empresario de la construcción que se ve castigado por la crisis de la burbuja inmobiliaria. Así, pide un crédito Reindus, que nosotros apoyamos desde la Cámara, por el que consigue medio millón de euros de financiación a coste cero. Comienza a fabricar ferralla y cuando lo está haciendo descubre que resulta más barato el hierro que se trae de fuera que el que él produce. La lógica dice que debería ser lo contrario, ¿no? Pues lo que decimos es que si se generase la protección necesaria a la industria local, esta empresa no estaría como está.

Esta situación se ha denunciado. Estamos trabajando para intentar que todos juguemos con las mismas reglas. Pero la cuestión sigue pendiente.

Las asociaciones empresariales han reiterado la conveniencia de modificar la figura del IPSI, una solicitud que no parece haber sido recibida con gran entusiasmo por el gobierno de la Ciudad. ¿Por qué es necesaria la modificación de esta figura impositiva?

Es necesario que cambie. Para hacer más competitivas las empresas de Ceuta se requiere que se modifiquen las reglas del juego. Todas las empresas de España utilizan una herramienta como las redes sociales para vender por internet. Aquí, en Ceuta, no conozco a ninguna que lo haga.  Tienen que traer el producto, pagar los impuestos y, luego, llevarlo donde lo tengan que llevar. No tenemos las mismas reglas que los demás. Todo está adornado con una deducción del 50 por ciento del impuesto de sociedades. Pero ahí no podemos parar. El IPSI es un importante caballo de batalla que ha de afrontar el gobierno. Hay que cambiar cosas para ganar en competitividad.

La teoría del consejero de Hacienda, Emilio Carreira, y de los miembros del gobierno local es que el IPSI es un medio para compensar las debilidades aparejadas a las condiciones de insularidad de la Ciudad…

Hay muchísimos estudios que están más cerca de decir que la herramienta ideal es el IGIC canario. Yo he leído muchas teorías sobre el tema. Solo tienes que salir a la calle y hablar con los empresarios. Cuando un empresario tiene que devolver la mercancía porque no está en condiciones de venderse o, simplemente, porque no es el producto que ha pedido, le acaba interesando más quedárselo que devolverlo. Y eso es por los problemas que tienes con la devolución del IPSI. Luego hay otra cosa. Intentamos atraer al turista y consumidor de Marruecos. Pero ése va a Marbella, compra algo y le devuelven el IVA. Pero aquí no hay régimen de devolución para viajeros. 

Hay muchas herramientas de las que se dispone en la Península, pero que nosotros no tenemos.  Me consta que saben perfectamente que esto es algo que alguna vez se tendrá que modificar.

¿Qué tipo de medidas cree que deben adoptarse para que la frontera no sea un obstáculo para los negocios?

Ésa es una de las reivindicaciones más deseadas y que más insistentemente han reclamado los empresarios. Llevamos años hablando del coste del barco. Pero el coste del barco ya no es tanta noticia. Ahora lo que nos preocupa es la frontera. Ayer estuve hablando con un empresario que me decía que este año el efecto de las rebajas se está diluyendo. No solo porque hemos vivido un buen mes de diciembre y porque ahora, por ley, las rebajas pueden presentarse antes de la fecha establecida, al contrario de lo que sucedía antes. Cuenta este empresario que como las rebajas también se orientan a los clientes marroquíes, muchos de ellos prefieren llamarle por teléfono y enviar a un familiar que recoja una cantidad determinada de artículos para que se los prueben allí. Pero ahí pierden, pues no es lo mismo que venga un pareja que estando ya aquí decide comprar otra cosa que ha visto en la visita, que decide pararse a tomar un café y se queda a comer, que el familiar que viene y recoge 200 artículos para al final quedarse con 30.

Los empresarios están creando este tipo de fórmulas para solucionar de algún modo los problemas que tenemos en la frontera. No cabe duda que éste es nuestro talón de Aquiles.

La conflictividad del polígono de El Tarajal parece haberse tornado endémica. ¿Existe alguna solución a este problema?

Cuando entramos en la Cámara, intentar hallar una solución fue el compromiso adquirido con los empresarios de El Tarajal. Estuvimos dos años trabajando, dándole vueltas con Delegación del Gobierno y con la Ciudad. El resumen de todo es que esto parece algo casi imposible de solucionar. Unos dan unas razones, otros otras, y por una cosa u otra, la casa queda sin barrer.

La creación de una nueva plataforma de empresarios de El Tarajal que quiere organizar la situación y dar una solución al problema puede arrojar una nueva luz.

La cuestión está en que, según mi opinión, todavía no se ha identificado correctamente cuál es la solución. Se están poniendo pequeños parches, pero, y aunque hay interés de parte de las autoridades, la solución todavía no se ha detectado. Sería importante que llegase el día en que esto se produjera.

Todo pasa por una cuestión de seguridad y organización. Cuando hablas con los empresarios, ellos te comentan que el problema real es que eso no estaba creado para lo que es ahora mismo. El polígono ha ido evolucionando y se ha convertido en algo radicalmente distinto a aquello que en un principio tenía previsto ser. Quizás, las nuevas reflexiones deban partir de un nuevo punto de vista y no de la situación actual, porque pudiera ser que la situación actual no tuviera ni solución.

Ceo que ni siquiera los propios empresarios han llegado a plantear alguna vez de manera unánime una solución. He oído hablar del puente del Biutz, de cambiar el punto por donde han de sacarse los bultos… En un principio se van aportando soluciones pero, al final, parece que ninguna acaba siendo la definitiva.

¿Puede Ceuta aspirar a disfrutar de un modelo económico eficiente? Hay voces que incluso hablan de que Ceuta podría llegar a convertirse en Mónaco. ¿Es esto posible en una ciudad con las desigualdades sociales que padece ésta, con los índices de marginalidad que se registran aquí, con barriadas como el Príncipe? 

Creo que Ceuta es una ciudad segura. No creo que nos tengamos que plantear las ideas que hacen muchas veces llegar de que Ceuta es el Príncipe, no, creo que Ceuta es una ciudad muy bonita, es una ciudad donde se están haciendo las cosas bien para que vayamos creciendo. Prueba de ello es que están viniendo firmas comerciales a la ciudad que antes no teníamos. Hace diez años muchas de las que ya están no estaban. Se está produciendo una gran evolución gracias al turista marroquí que está haciendo que avancemos en un sentido positivo. Se trata de darle tiempo a las cosas. Cosas negativas las tienen todas las ciudades del mundo y más una ciudad fronteriza como la nuestra.