Una federación, sin representación femenina

Antonio García Gaona, presidente de la FFCE, señaló su apoyo a las mujeres, en la Asamblea Extraordinaria del pasado miércoles, ante una Junta directiva compuesta exclusivamente por hombres

Junta FFCE
photo_camera El salón de actos de la FFCE, durante la celebración de su Asamblea Extraordinaria, sólo contó con presencia masculina

La presencia de la mujer en las juntas directivas de las federaciones deportivas (y en especial, en las de fútbol) se hace difícil debido a que estas organizaciones se crearon por y para los hombres, lo que ha dificultado la presencia y relevancia femenina en las territoriales de fútbol.

Existen diversos estudios que han consistido en examinar la ausencia o presencia de la participación de las mujeres tanto a nivel organizativo (cargos directivos) como a nivel federativo. Las conclusiones que se pueden extraer es que las mujeres aparecen menos que los hombres en los puestos directivos, y que, además, los puestos que ocupan son de menor relevancia dentro de los estamentos federativos. El caso de la Federación de Fútbol de Ceuta es más significativo, si cabe.

Junta FFCE
37 hombres componen la Junta directiva de la FFCE

El pasado miércoles se celebró la Asamblea Extraordinaria de la Federación de Fútbol de Ceuta, con la presencia del presidente de la Española, Luis Rubiales y él de la Ciudad, Juan Vivas. En el discurso inaugural, Antonio García Gaona, presidente de la FFCE, entre los puntos fuertes de su Territorial, destacó el apoyo a las mujeres por parte de su federación y nombró a jugadoras, entrenadoras y árbitros pero no citó a las directivas. No podía hacerlo, porque no hay una sola mujer entre los 37 miembros de la Junta (20 cargos directivos y 17 vocales). Hasta el presidente de la Comisión Femenina es un hombre. Algo que no se da en el ámbito de las federaciones nacionales y tiene un porqué muy relevante. La relevancia no es otra que la económica, la de las subvenciones.

Sin mujeres no hay subvención del CSD

El Consejo Superior de Deportes (CSD) obliga, desde 2014, a las federaciones nacionales a tener un porcentaje de representación femenina en sus juntas directivas u órgano similar para concurrir a las subvenciones ordinarias. Hasta 2018 el requisito era de tres mujeres o el 33%. Desde 2019, cuatro o el 40%. A partir del pasado año, la federación que quiera recibir subvenciones deberá contar con “como mínimo con un 40%, o cuatro mujeres en aquellas juntas con más de 10 personas, cinco para las de más de 15, seis para las de más de 20 o siete para las de más de 30″. Todas cumplen con la ley (sin eso no hay dinero) y presumen de ello; otra cosa es el papel que tienen las mujeres en los organigramas. Las hay vocales, en tareas de secretaría, recursos humanos, encargadas de las comisiones de deporte y mujer, pero en puestos de mando y responsabilidad apenas hay presencia femenina. De un total de 229 puestos ejecutivos sólo 32 los ocupan mujeres: el 14%.

Hace justamente un año, la Junta directiva de la Española incorporó a la futbolista Laura del Río y la nadadora Thais Henríquez como nuevos miembros del organigrama directivo de la Federación Española de Fútbol. Ambas mujeres, que se incorporaron al Observatorio de Igualdad, un organismo gestionado por el Instituto de la Mujer para promover la participación de las mujeres en todos los ámbitos, en un plano de igualdad. Una igualdad que en la FFCE brilla por su ausencia.